Causas o motivos por un despido disciplinario
El despido disciplinario es una de las formas de terminar un contrato de trabajo por parte del empleador. A diferencia del despido objetivo, que se produce por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, las causas del despido disciplinario son el incumplimiento grave y culpable por parte del trabajador de sus obligaciones laborales.
A continuación, vamos a repasar las causas de despido disciplinario más comunes y habituales:
Faltas graves
Incumplimiento grave y culpable de las obligaciones laborales
El incumplimiento grave y culpable de las obligaciones laborales es una de las causas de despido disciplinario más comunes. Se considera incumplimiento grave aquel que supone una falta de diligencia en el trabajo o una violación de las normas laborales. Por ejemplo, el incumplimiento de los horarios de trabajo, la falta de asistencia injustificada, el incumplimiento de las normas de seguridad e higiene en el trabajo, el acoso laboral o sexual, etc.
Realizar actividades incompatibles con el puesto de trabajo
Realizar actividades incompatibles con el puesto de trabajo también puede ser causa de un despido disciplinario. Por ejemplo, si un trabajador que está contratado para trabajar en una empresa de seguridad privada realiza trabajos para otra empresa mientras está en su jornada laboral, puede ser despedido disciplinariamente por este motivo.
Negarse a trabajar
Negarse a trabajar puede ser causa de despido disciplinario si se produce de forma reiterada y sin justificación. Por ejemplo, si un trabajador se niega a realizar una tarea que le ha sido asignada y que forma parte de sus funciones habituales sin una justificación válida, puede ser despedido disciplinariamente por esta causa.
Faltar al respeto o agredir a compañeros de trabajo o superiores
Faltar al respeto o agredir a compañeros de trabajo o superiores también puede ser una causa de despido disciplinario. En este caso, la gravedad de la falta cometida y la reincidencia serán factores determinantes para decidir la procedencia del despido.
Robo o hurto
El robo o hurto de bienes de la empresa o de compañeros de trabajo también puede ser causa de despido disciplinario. En este caso, la gravedad del hecho y el valor de los bienes sustraídos serán factores determinantes para decidir la procedencia del despido.
El acoso laboral
Esta es una causa de despido disciplinario grave que se refiere a cualquier comportamiento que tenga por objeto o efecto atentar contra la dignidad del trabajador, crear un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo. Esta falta puede incluir conductas como el acoso sexual, el acoso por razones de género, orientación sexual, edad, discapacidad, religión, origen étnico o nacional, entre otros.
La discriminación
La discriminación es cualquier comportamiento que tenga por objeto o efecto vulnerar los derechos fundamentales de los trabajadores, en particular los derechos a la igualdad de trato y de oportunidades. Esto puede incluir la discriminación por razones de género, orientación sexual, edad, discapacidad, religión, origen étnico o nacional, entre otros y es una causa evidente de despido disciplinario.
La violación de secretos empresariales
Esta falta se refiere a la divulgación no autorizada de información confidencial de la empresa. Esta conducta puede suponer un grave perjuicio para la empresa, ya que puede poner en riesgo la seguridad de la misma.
No obstante, hay una serie de faltas leves que también pueden traer consecuencias laborales. En España, no existe un número específico de faltas leves que se requieran para justificar o que lleguen a ser causa de un despido disciplinario. Cada caso es evaluado individualmente y la gravedad de la falta cometida se valora en relación con las circunstancias del caso. En general, se espera que el empleador justifique de manera clara y documentada la causa del despido y que demuestre que la falta cometida es lo suficientemente grave para justificar la rescisión del contrato de trabajo.
Faltas leves
El absentismo laboral injustificado
Esta falta se refiere a la falta de asistencia o puntualidad de forma esporádica o justificada. Si bien el absentismo laboral puede tener un impacto negativo en la productividad de la empresa, se considera una falta leve cuando no es reiterada y no supone un perjuicio grave para la empresa, pero en el caso contrario puede llegar a ser una causa de despido disciplinario.
El incumplimiento de los deberes laborales
Esta falta se refiere a cualquier conducta que incumpla las obligaciones laborales pero que no tenga una trascendencia grave, en este caso no llegará a ser causa de despido disciplinario. Por ejemplo, si un trabajador no cumple con sus tareas asignadas de manera efectiva, pero no tiene un impacto significativo en el rendimiento de la empresa, se considera una falta leve.
Las faltas de respeto o indisciplina
Esta falta se refiere a cualquier conducta que atente contra la dignidad o la disciplina del centro de trabajo. Por ejemplo, si un trabajador tiene una actitud desafiante hacia su supervisor, pero no llega a atentar contra la seguridad o el buen funcionamiento del centro de trabajo, se considera una falta no grave, en el caso de que las faltas de respeto fueran reiterada o intolerables, se consideraría una causa de despido disciplinario.
La negligencia o descuido
Esta falta se refiere a cualquier conducta que genere un perjuicio económico para la empresa, pero que no se enmarca en un delito o una falta grave. Por ejemplo, si un trabajador causa daños materiales en una herramienta o equipo de la empresa por un descuido o falta de atención, pero no es una conducta intencional y no tiene un impacto significativo en la producción o en la seguridad de la empresa, se considera una falta leve, no se consideraría una causa de despido disciplinario.
El incumplimiento de normas internas
Esta falta se refiere a cualquier conducta que viole las normas internas de la empresa, como la política de vestimenta o las normas de seguridad en el trabajo. Si bien estas normas son importantes para garantizar el buen funcionamiento y la seguridad de la empresa, el incumplimiento de las mismas no siempre implica una causa de despido disciplinario y puede considerarse una falta leve en algunos casos.
Es importante tener en cuenta que la gravedad de una falta no solo depende de la conducta en sí misma, sino también de las circunstancias específicas del caso. Por ejemplo, una falta de puntualidad puede considerarse una falta leve si es esporádica y no tiene un impacto significativo en el trabajo, pero puede considerarse una causa de despido disciplinario si se trata de una falta habitual que tiene un impacto en el trabajo de la empresa. En general, el empleador debe evaluar cada caso de forma individual para determinar si la falta cometida por el trabajador justifica un despido.
Ante las faltas leves, es importante dar preavisos y sanciones para poder justificar el despido en caso de que la falta leve fuera reiterada y continua y se convirtiera en una causa de despido disciplinario.
Es importante destacar que, en caso de que el empleador haya impuesto una sanción previa al despido disciplinario, debe haberse respetado el principio de proporcionalidad. Esto significa que la sanción debe estar en proporción con la gravedad de la falta cometida y no puede ser excesiva o desproporcionada. En caso contrario, el trabajador puede impugnar la causa de despido disciplinario ante los tribunales laborales correspondientes.
Síntesis
En conclusión, el despido disciplinario puede ser una situación desagradable para cualquier trabajador, pero es importante conocer las causas o motivos por las que puede producirse para poder proteger nuestros derechos laborales. En todo caso, es importante recordar que siempre se deben respetar las normas laborales y las obligaciones que se adquieren en el contrato de trabajo, y que el incumplimiento grave y culpable de estas obligaciones puede dar lugar a un despido disciplinario.
Más información sobre el despido disciplinado:
Despido disciplinario por robo o hurto
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Modelo de carta de despido disciplinario
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