Cómo adaptarse al cambio organizacional
Una empresa puede implementar un cambio organizacional que esté motivado por la necesidad de aplicar un enfoque diferente. Las circunstancias externas influyen directamente en la realidad interna de una entidad. Pero, para que un cambio sea verdaderamente exitoso, es imprescindible potenciar la capacidad de adaptación.
¿Cómo lograr adaptarse al cambio con éxito?
A continuación, te damos algunas ideas:
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Liderazgo y transformación digital
La tecnología forma parte de este proceso de actualización. A través de ella, una empresa afianza las bases de su evolución posterior. ¿Cómo recorrer este camino en un contexto de incertidumbre? La transformación digital debe estar reforzada por el liderazgo.
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Acompañamiento constante
Una situación de este tipo no solo afecta al negocio, sino también a los trabajadores que lo integran. Este capítulo puede producir confusión, desorientación y dudas a quien siente soledad durante dicho periodo. Por el contrario, la entidad tiene la responsabilidad de acompañar y guiar al equipo como parte del propio cambio organizacional. Es positivo que los empleados reciban información actualizada sobre las razones y claves del nuevo escenario. Cada profesional tiene su propia forma de interpretar aquello que sucede. Por ello, hay que crear espacios de diálogo para plantear y responder preguntas.
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Flexibilidad empresarial: cerrar etapas para iniciar un nuevo ciclo
El cambio es inevitable en el mundo de la empresa y, en ocasiones, este factor se produce a gran velocidad. Quizá algunos procesos, dentro de este escenario, hayan quedado obsoletos. La flexibilidad empresarial simplifica el camino que recorre una entidad que se encuentra inmersa en esta transformación. Un enfoque rígido, por el contrario, añade complejidad al plan de acción.
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Identificar las fortalezas y las debilidades
La adaptación se afianza con aquellas fortalezas que incrementan la resiliencia organizacional ante el cambio. Conviene poner nombre a esos puntos positivos para potenciarlos todavía más. Del mismo modo, para tener una visión integral de la situación, es recomendable evaluar las debilidades que suponen un freno. Un profesional puede conocerse mejor a sí mismo mediante la introspección. Pues bien, a nivel corporativo, es imprescindible profundizar en la esencia de la entidad que protagoniza este periodo.
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Alinear el cambio con la filosofía corporativa
Este punto de inflexión no implica que todo sea diferente a partir de ahora. Las novedades se enmarcan en un escenario que se actualiza. Un buen cambio es aquel que está acompasado con los valores que guían la misión y la visión del proyecto.
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Objetivos a corto, medio y largo plazo
El tiempo no lo logra todo por sí mismo, pero sí influye de forma positiva en este proceso. En la etapa inicial de una transformación, puede producirse una mayor resistencia ante lo nuevo. La percepción de este momento será totalmente diferente cuando pasen algunos meses. ¿Cómo recorrer este camino con mayor nivel de acierto? El responsable debe diseñar una estrategia efectiva que sea una hoja de ruta. Las metas de futuro son imprescindibles para mantener el foco en lo importante.
Por tanto, adaptarse al cambio organizacional es un reto posible y necesario.
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