Qué es un proceso de selección

Los procesos de selección son, básicamente, procedimientos mediante los cuales los profesionales de Recursos Humanos se encargan de encontrar al candidato ideal para cubrir un puesto laboral.

Antes, la selección solía basarse en una revisión al curriculum vitae y una pequeña entrevista en la que se preguntaba por los anteriores puestos de trabajo. Sin embargo, actualmente se realizan toda una serie de pruebas enfocadas a averiguar si el candidato realmente tiene todas las capacidades necesarias para desempeñar su futura función, tanto a nivel personal como profesional. 

 

 

Cuáles son las fases del proceso de selección de personal

Generalmente, cuando se habla de procesos de selección no se hace referencia únicamente a la selección del candidato en sí, sino que se tienen en cuenta todas las acciones que hace falta llevar a cabo para poder cubrir la vacante. 

Por eso, se suelen distinguir las siguientes fases del proceso de selección de personal: 

1. Definición de la vacante

En primer lugar, antes de iniciar la búsqueda, resulta imprescindible averiguar qué es exactamente lo que se pretende encontrar. Es decir, ¿qué necesidades hace falta cubrir? ¿Hace falta una persona especializada en un área concreta o un perfil más polivalente? ¿Qué tareas desarrollará? Cuando mejor y más profundamente se analicen estos puntos, más posibilidades habrá de encontrar al candidato ideal. 

2. Publicación de la oferta laboral

Una vez se tenga un objetivo claro en mente, es hora de publicar la oferta en distintos medios. Para ello, se pueden utilizar aplicaciones de búsqueda de empleo (LinkedIn, Infojobs, etc); bolsas de empleo de colegios o páginas webs (Domestika, cursos privados, etc) o portales web. Al final, no importa tanto la cantidad de medios en los que publiques tu oferta como la calidad con la que lo hagas.

Y, ¿cómo hacer una buena oferta laboral? Para evitar perder el tiempo al recibir currículums que no cumplan con lo esperado, resulta crucial describir los requisitos mínimos: la formación necesaria, la experiencia deseada, las competencias técnicas básicas y las competencias transversales que tendría el candidato ideal.

3. Preselección

Cuando la oferta se publique, los currículums empezarán a llegar y, por norma general, lo harán en exceso. Por eso, saber cómo hacer una preselección es muy importante, dado que es completamente inviable entrevistar a todos los candidatos. 

Para lograrlo, se debe hacer una valoración de todas las habilidades del candidato. Sin embargo, resulta complicado asegurar a través de un papel si una persona tiene las cualidades del empleado ideal, así que lo que se suele hacer es agendar un número mínimo de entrevistas y, si nadie da la talla, se retoma el proceso en este punto.

4. Realización de pruebas

Sin embargo, antes de pasar a la entrevista, la mayoría de compañías suelen solicitar una prueba para poder valorar las habilidades y competencias de un candidato. Dicha prueba variará en función del sector al que se esté aplicando. Por ejemplo, si se trata de un puesto periodístico, seguramente se solicitará un artículo. No obstante, si es para una vacante de profesora, probablemente se pedirá un plan de estudios.

5. Entrevistas

Aquellos que superen la prueba serán los que lleguen a realizar una entrevista con el departamento de Recursos Humanos. Aquí, más allá de las competencias profesionales, se observa con detenimiento la comunicación no verbal, los tipos de respuesta que se dan, la proactividad del individuo y la actitud en general.

Si se pasa esta entrevista, generalmente se agenda otra después con la persona responsable del departamento o algún directivo más importante, pero esto depende del tipo de compañía a la que se aplique.

6. Selección del candidato

Llegados a este punto del proceso, es hora de tomar una decisión y elegir un candidato entre aquellos previamente preseleccionados. Si el trabajo anterior está bien hecho, esta decisión puede resultar difícil por un solo motivo: que todos los candidatos puedan llevar a cabo el rol a la perfección. 

En cualquier caso, es necesario elegir a alguien y comunicarle su incorporación a la empresa cuanto antes, especialmente si tiene que dejar otro puesto laboral para pasar a formar parte de la empresa.

7. Contratación

Cuando al candidato ya se le haya comunicado que es el elegido, este deberá acudir presencialmente a la organización para poder firmar el contrato y llevar a cabo todos los trámites necesarios para gestionar su alta como trabajador en la empresa. Generalmente, esto se hace un día o dos antes de su incorporación al puesto laboral. 

8. Incorporación y formación

Una vez el empleado llega a la empresa, no se le abandona a su suerte, sino que también es labor del personal que lo contrató guiarle durante sus primeros pasos por la empresa. Esto es importante para que se sienta bien integrado, pero también para que aprenda rápidamente cuál es la rutina habitual durante la jornada laboral.

Asimismo, durante los primeros días o meses (en función del tipo de puesto) recibirá algo de formación laboral que le ayudará a estar completamente capacitado para llevar a cabo sus tareas tal y como se espera de él. 

Cuánto dura un proceso de selección

Los procesos de selección suelen durar entre 15 días hábiles o un mes, todo ello teniendo en cuenta que las fases avancen como hemos descrito. Sin embargo, en muchas ocasiones la escasez de candidatos o la necesidad de un perfil muy concreto puede hacer que el proceso se alargue, así que todo dependerá de lo que se esté buscando.

Como comprenderás, no es lo mismo buscar a un experto en Big Data con 7 años de experiencia que a un copywriter novel. 

Ventajas de realizar un proceso de reclutamiento

Aunque los procesos de reclutamiento puedan llegar a ser largos y tediosos, suelen merecer la pena, ya que al priorizar la búsqueda de un candidato ideal se evitan cambios continuos en la plantilla de la empresa, se asegura una buena incorporación del candidato al puesto y se evita una pérdida de tiempo y de recursos importante. 

Por eso, la mayoría de corporaciones se decanta por contratar asesorías laborales externas que puedan llevar a cabo todo ese procedimiento por su cuenta de forma ajena y fácil.

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