Todo sobre el Plan General de Contabilidad
La contabilidad constituye una de las herramientas más importantes dentro de las empresas. Este sistema permite llevar un control sobre el estado actual de las cuentas de la organización y ofrece una visión global de la situación económica que vive la empresa. La necesidad de normalizar las formas de registrar y elaborar las cuentas anuales de las diversas organizaciones, tanto a nivel nacional como internacional, ha provocado que el Plan General de Contabilidad se haya ido adaptando a las indicaciones establecidas en el marco de la Comunidad Europea. Este Plan General, es la normativa que define los criterios comunes que toda empresa debe cumplir, con independencia de sus características particulares, en el territorio Español.
¿Qué es el plan general de contabilidad?
El Plan General de Contabilidad (PGC) hace referencia al conjunto de normas que regulan la contabilidad de las empresas españolas. A través de él, se fijan los procedimientos que deben seguirse en el registro de la actividad económica empresarial anual, tanto a nivel nacional como internacional.
El Instituto de Contabilidad y Auditoria de Cuentas (ICAC), organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, se encarga de actualizarlo, así cómo de establecer los criterios y métodos de obligatorio seguimiento en el registro de cuentas anuales individuales para que reflejen fielmente la realidad económico-financiera de las empresas.
Su obligatoriedad exige confeccionar las cuentas anuales según este Plan General de Contabilidad actualmente en vigor, que fue aprobado en el 2007 para armonizar con el derecho comunitario mediante la Ley 16/2007, de 4 de julio, por la que se aprueba el Plan General de Contabilidad, así como su desarrollo con el Real Decreto 1514/2007, de 16 de octubre, y el Real Decreto 1515/2007, de esa misma fecha, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas y los criterios contables para microempresas.
Mundo globalizado y armonización contable internacional
Es fácil entender que si cada empresa aplicara criterios contables propios, la información no sería clara para terceros, como la administración u otras empresas. Y, a su vez, en un contexto de un mundo globalizado, caracterizado por el intercambio comercial y, en suma, por economías abiertas, se hace necesario poder comparar la información contable entre empresas de distintos países. Es por ello que se hacía necesario normalizar la situación, realizar una armonización contables, y precisamente para ello se han establecido unos principios y normas generales de contabilidad de obligatorio cumplimiento. Y a ello obedece, precisamente, el Marco conceptual del PGC.
Armonizar la información a nivel europeo
El PGC aprobado por Real Decreto 1514/2007 de 16 de noviembre constituye el desarrollo reglamentario de la legislación mercantil para armonizar la información económico-financiera de las empresas a nivel europeo. A su vez, se debían aprobar tanto un PGC para PYMES como otras normas complementarias, según reza la disposición final primera de la Ley 16/2007, de 4 de julio, de reforma y adaptación de la legislación mercantil en materia contable para su armonización internacional, siempre a partir de la normativa de la UE.
Armonización y adaptación a distintas realidades
Por otro lado, la normalización no significa uniformidad. Por ejemplo, el PGC es de aplicación obligatoria para todas las empresas que deban llevar una contabilidad, sin perjuicio de aquellas englobadas en el PGC para PYMES, que cuentan con un plan contable específico. Además, dentro de éste, que se ordena en 7 grupos, -divididos en subgrupos y éstos en cuentas que también pueden subdividirse en subcuentas-, los nombres de las cuentas del PGC no son obligatorios en cuanto a la numeración y denominación, aunque se aconseja su uso en pro de la normalización.
Sin embargo, la armonización se define en el Marco conceptual (de obligado cumplimiento), y en él se refieren conceptos básicos de la contabilidad y se establecen los criterios que han de respetarse a la hora de elaborar los documentos contables. Así, inspirándose pautas fijadas por organismos internacionales y siguiendo directrices comunitarias, se persigue una armonización tanto conceptual como normativa.
Características del PGC
- Norma obligatoria de ámbito nacional. Es una norma nacional de carácter obligatorio. Su última modificación tuvo lugar en 2007.
- Se inserta en la contabilidad de la Unión Europea. El PGC se ha ido adaptando a las indicaciones marcadas por la Unión Europea en materia de contabilidad, con el propósito de armonizar y estandarizar tanto el lenguaje utilizado como la forma de proceder en esta materia.
- Abierta y flexible. La norma propone un modelo flexible para crear y organizar el cuadro de cuentas, para que cada empresa pueda adaptarlo a sus peculiaridades. Además, contempla la posibilidad de introducir modificaciones derivadas de cambios legislativos o nuevos avances científicos en materia de contabilidad.
- Es un documento puramente contable. El PGC no tiene en cuenta criterios de tipo fiscal, sólo aquellos de carácter económico y financiero. Esto en ocasiones puede generar conflictos, debido a contradicciones.
- El PCG reconoce que existen diferentes tipos de empresas, con características y necesidades contables diferentes. Por este motivo, se han ido creando nuevas normativas que adaptan este Plan a las peculiaridades de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), por un lado, y de las microempresas por otro. Para que las empresas se puedan acoger a lo establecido en estos planes, deben cumplir unas características mínimas respecto a movimientos económicos y el número de trabajadores totales de la empresa.
- Basada en principios. La norma se basa en una serie de principios contables, que toda empresa debe seguir para ofrecer una imagen fiel de su patrimonio y dar cuenta de su situación. Estos principios son: empresa en funcionamiento, devengo, uniformidad, prudencia, no compensación e importancia relativa.
Estructura del Plan General Contable
Dentro de la estructura del PGC, además de una introducción en la que se explican las razones que motivaron la reforma y se detallan sus características fundamentales, encontramos las siguientes cinco partes, de las que sólo las tres primeras son obligatorias:
1. Marco Conceptual:
En esta primera parte, el plan indica los requisitos que se deben incluir en las cuentas anuales, los principios que rigen la contabilidad de la empresa y los criterios que se han de tener en cuenta, tanto de registro como de valoración, para garantizar el rigor y coherencia del proceso.
2. Normas de Registro y Valoración:
En este apartado se formula el conjunto de normas y criterios que rigen el proceso y a través de las que se desarrollan los principios contables. Estas normas son de aplicación obligatoria para todas las empresas.
3. Cuentas anuales:
En esta tercera sección, el plan establece las normas de elaboración de las cuentas anuales de la empresa, donde se describen aspectos relativos a los documentos que integran las cuentas, su formulación, su estructura, el balance o los elementos que deben recoger la memoria anual de la empresa, entre otros.
4. Cuadro de cuentas:
El PGC diseña un listado de títulos para elaborar el cuadro de cuentas. Este cuadro no tiene carácter obligatorio y puede ser adaptado por las empresas en función de sus necesidades. El plan estructura el cuadro de cuentas en 9 grupos, que se dividen a su vez en subgrupos, cuentas y subcuentas, todas ellas codificadas por un número y un título que define el contenido. El fin de este cuadro de cuentas es facilitar la organización y registro de las actividades económicas. Con este fin, a cada grupo le corresponde un dígito, comprendido entre el 1 y el 9, a los subgrupos dos, a las cuentas tres dígitos y a las subcuentas 4 o más dígitos, en función de las empresas.
5. Definiciones y Relaciones contables:
En esta quinta y última parte del PGC se definen los grupos anteriormente enumerados y se describen las reglas y procedimientos recomendados para su aplicación.
A su vez, el Cuadro de Cuentas divide las cuentas en 9 subgrupos:
- Financiación Básica
- Inmovilizado
- Existencias
- Acreedores y Deudores por operaciones de tráfico
- Cuentas Financieras
- Compras y Gastos
- Ventas e Ingresos
- Gastos imputados al Patrimonio Neto
- Ingresos imputados al Patrimonio Neto
Hasta el grupo número 5, incluido, se refieren a las Cuentas de Balance (activo, pasivo y patrimonio neto), que se llevan al Balance de situación, mientras los grupos 6 y 7 recogen cuentas que se llevan a Pérdidas y Ganancias (Cuenta de Resultados), denominadas Cuentas de Gestión. Además, el grupo 6 refleja compras y gastos y el 7 ventas e ingresos y, por último, los grupos 8 y 9 aluden a las cuentas que explican las variaciones habidas en el patrimonio neto como consecuencia de los ingresos y gastos durante el ejercicio económico.
Modelos de cuenta anuales
La presentación de las cuentas anuales de la empresa en el Registro Mercantil, de este modo, habrá de ajustarse a la normativa que establece el PGC, con el fin de reflejar fielmente la situación económica y financiera de la empresa, así como, su evolución a lo largo de los sucesivos ejercicios. Los modelos oficiales de cuentas anuales se publican a principios de año en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y constituyen una gran ayuda para la correcta aplicación del PGC.
Los últimos se publicaron en el BOE de 28 de enero de 2014 para su presentación este mismo año, pues la ley obliga a aprobar las cuentas anuales a lo largo de los seis meses después que siguen al cierre del ejercicio (coincidente con el año natural) y, desde ese momento, las empresas disponen de 30 días. Por lo tanto, el 30 de julio termina el plazo para registrarlas. No pierdas la oportunidad y consulta 5 programas de contabilidad básica que toda empresa debería conocer.
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