Fondo de maniobra

Uno de los aspectos que más debe tener en cuenta una empresa es la liquidez, y no hay mejor indicador de la misma que el conocido fondo de maniobra. No todas las organizaciones cuentan con el capital suficiente para poder hacer frente a sus pagos o deudas, por lo que este indicador será esencial para poder mantener el equilibrio financiero. En este artículo te contamos en qué consiste exactamente el fondo de maniobra y cómo hay que calcularlo.

¿Qué es el fondo de maniobra?

Se conoce como fondo de maniobra, fondo de rotación, fondo circulante o también working capital al indicador que calcula la diferencia entre los activos que tiene una empresa a corto plazo y los pasivos exigibles, es decir, el conjunto de tu efectivo, tus existencias y tus derechos de cobro menos las obligaciones de pago que tenemos en el plazo de un año. En otras palabras, esta fórmula tiene en cuenta los pagos y cobros próximos, y determina la salud financiera de un negocio. Es de vital importancia mantener el fondo de maniobra en valor positivo durante el ejercicio, ya que, de lo contrario, podríamos enfrentarnos a una situación de quiebra.

¿Cómo se calcula el fondo circulante?

Para calcular el fondo circulante debes saber que se compone del activo corriente, es decir, el dinero del banco, las existencias y las inversiones financieras, y el pasivo corriente, que representa las deudas y obligaciones de una organización a corto plazo (menos de un año). La fórmula consiste en restar el activo del pasivo, pudiendo obtener tres resultados diferentes:

Fondo de Maniobra = Activo Corriente - Pasivo Corriente

Interpretación del fondo de maniobra

Una vez calculado el fondo de maniobra de una empresa, nos podemos encontrar ante tres situaciones distintas que deberemos saber interpretar correctamente para decidir si vamos por el camino correcto o debemos invertir más tiempo y recursos para mejorar la situación actual:

• Fondo de maniobra positivo: esta es la mejor situación en la que podemos encontrarnos, ya que significa que disponemos de dinero suficiente para hacer frente a todas las obligaciones a corto plazo. En otras palabras, después de haber pagado las deudas y obligaciones aún dispondremos de excedente de activo.
• Fondo de maniobra igual a cero: en este caso, se considera que la empresa se encuentra ante un principio de situación de riesgo, ya que estamos financiando el activo corriente con préstamos a largo plazo y, consecuentemente, no se podrán cumplir con las obligaciones de pago.
• Fondo de maniobra negativo: este es el peor de los tres escenarios, ya que indica que la empresa no tiene suficientes recursos para afrontar sus pagos a corto plazo y por tanto, existe una falta de liquidez.

¿Cómo mejorar la salud financiera de la empresa?

Si el resultado del fondo de maniobra es igual a cero o negativo, existen diferentes soluciones para remediarlo:

• Negociar el retraso de algunos pagos: una opción es negociar con tus proveedores para llegar a un acuerdo y conseguir así un plazo mayor para pagar.
• Llevar a cabo anticipo de cobros: se trata de conseguir que entidades financieras adelanten el pago de las facturas de tus clientes.
• Retrasar los pagos de la administración pública: otra opción es negociar con Hacienda para pedir un aplazamiento de las cuotas.
• Descuentos por pronto pago o rebajas: si en un momento determinado te encuentras ante la necesidad de conseguir mucha liquidez, puedes ofrecer descuentos significativos por pronto pago y así aumentar los ingresos de forma rápida.

Importancia del fondo de maniobra en una empresa

Una buena gestión empresarial es clave para que se pueda cumplir con los compromisos y se cuente con el capital suficiente para satisfacer las deudas a corto plazo. Aunque existen diferentes ratios para el análisis de los estados financieros, gracias al fondo de maniobra podrás conocer en todo momento cuál es el estado de salud económico-financiero que existe en tu organización y ser capaz de combinar los recursos necesarios para ser solventes a corto plazo.