Qué es y cómo funciona la metodología Lean Six Sigma

El objetivo principal del método que analizamos en este artículo es incrementar la excelencia de los procesos en el mundo empresarial. Esta meta, a su vez, influye de forma significativa en los resultados y en la calidad de los productos. Una empresa está compuesta por distintos ingredientes. Los procesos se enmarcan en la base de un contexto en el que varios elementos están interconectados.

Qué es el Lean Six Sigma

¿Cómo impulsar la eficiencia para gestionar mejor el tiempo y los recursos empleados? La metodología Lean Six Sigma tiene un enfoque práctico. Ofrecer una buena atención al cliente es una de las metas de esta estrategia. ¿Cuáles son los principios que estructuran esta secuencia? El plan de acción está alineado con estos apartados.

1. Identificación de la situación actual

Conviene concretar cuáles son los objetivos y características del proyecto. De este modo, es posible comprender las propiedades del momento presente. ¿Cuáles son las expectativas del cliente? Hay que  clarificar esta información. Todas las etapas de un proyecto son relevantes porque hacen posible el cumplimiento del logro final. En esta fase inicial, por tanto, hay que evitar cualquier error que pueda afectar al desarrollo posterior de esta misión.

2. Medir

Conviene analizar el proceso con detenimiento para poner el foco de atención en aquello que puede mejorarse. Es esencial acotar el problema para encontrar una solución frente a esa dificultad. Esta intervención impulsa la innovación. Esta medición se centra en el análisis de todos aquellos datos que pueden evaluarse de manera objetiva. A partir de esta investigación, es posible conocer de forma más precisa la realidad. Este método emplea las herramientas adecuadas para hacer este análisis.

3. Analiza

En un proceso existe un principio y un fin. Y, a lo lago de este transcurso, se suceden distintas acciones. Aunque aparentemente todas ellas puedan parecer igual de relevantes, el nivel de importancia no es idéntico en todos los casos. Por este motivo, es fundamental poner nombre a los pasos que marcan la diferencia. Los datos son clave en esta metodología porque facilitan el entendimiento de una situación.

4. Mejorar

¿Cómo hacer posible esta expectativa? Para avanzar en este camino, el equipo implementa los cambios que ha planificado. Tras haber descrito en la primera etapa las variables del contexto, es posible crear nuevas alternativas a partir de ese marco de acción.

5. Controlar

Todo proceso requiere de un seguimiento adecuado. Los responsables deben comprobar que las acciones se han aplicado de la forma correcta. Esta secuencia es el perfecto reflejo de una planificación en la que existe un orden lógico. Esta estrategia tiene una causa final que motiva al equipo. Ahora, es el momento de evaluar si se ha logrado el propósito inicial. Hay que poner en perspectiva los resultados para establecer conclusiones. Cada acción que se plantea con un sentido práctico produce un efecto. Por ello, conviene comprobar que las decisiones han generado el estado deseado.

Esta metodología está compuesta por dos métodos, con semejanzas y diferencias, que se complementan mutuamente: Lean y Six Sigma. ¿Cuál es la aportación de esta combinación? Esta propuesta de valor refuerza la calidad al suprimir cualquier tiempo de espera.