Refinanciación de deudas: pros y contras
La reunificación de deudas es una opción que puede resultar muy tentadora para autónomos o pymes que buscan refinanciar las deudas que hayan podido contraer con diferentes prestamistas. Sin embargo, sobre todo en los casos más desesperados, es importante valorar cada caso de forma minuciosa para no acabar con un problema mayor del que ya teníamos. Por un lado, refinanciar las deudas puede ser una solución para evitar el concurso de acreedores, pero también es cierto se trata de una solución sólo a medias a la que únicamente conviene recurrir en situaciones extremas. Y, en todos los casos, siempre han de ser decisiones informadas y bien asesoradas por especialistas para no acabar arrepintiéndonos mucho antes de lo que imaginamos.
Ventajas de refinanciar
Este recurso puede aliviar la situación de pymes o autónomos que no pueden hacer frente a las deudas y también a aquellas otras que buscan una fórmula que les permita una mayor holgura económica. La reunificación de créditos, en este doble aspecto, tiene sus ventajas, pero éstas han de valorarse junto con los inconvenientes, pues muchas de ellas son la cara de una moneda que también tiene su cruz. Aún así, puede resultar útil en algunos casos. Sea como fuere, éstas son algunas de sus principales ventajas:
- La cuota mensual disminuye, pero en ningún caso el total será menor.
- Plazo de amortización para la deuda adaptado a las posibilidades del pagador.
- La cuota mensual pasa a ser única, con lo que se hace un sólo pago cada mes.
- La liquidación de las deudas puede incluir un saldo de dinero líquido para favorecer la viabilidad de la empresa.
Desventajas y riesgos
Si por un lado las ventajas representan una solución muy atractiva para las empresas que tiene problemas para atender sus obligaciones de pago, también hemos de tener en cuenta los inconvenientes asociados a esos aspectos positivos. De hecho, buscar la viabilidad de la empresa es parte fundamental de la operación, si bien se corre el riesgo de no lograrlo, con lo que constituye un arma de doble filo. Así, de no servir la refinanciación para que la empresa cobre un nuevo impulso, lo que en principio iba a ser una ayuda para salir adelante puede convertirse en el principal obstáculo para cumplir las nuevas obligaciones. Básicamente, junto a los pros, inevitablemente habrá contras como los siguientes:
- Junto con el plazo de devolución, aumentará el pago de intereses.
- Las comisiones aumentan.
- Riesgo de impago si sobrepasamos nuestra capacidad de pago.
- Salvo excepciones, no es buena idea unificar pagos cuando el plazo está a punto de vencer.
- Incertidumbre en el control de nuestros deudores, pues sus impagos pueden poner en peligro la operación.
- Posibles abusos en los intereses y comisiones, pues no todas las entidades están reguladas por el Banco de España.
Si nos decidimos a reunificar las deudas, es esencial contar con el debido asesoramiento. En especial, en la firma de los contratos de reunificación, normalmente en escritura pública ante notario, donde es vital revisar las condiciones pactadas durante el proceso, normalmente largo y complejo.
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