Qué es y cómo evitar el Greenwashing

El cuidado de la naturaleza y el respeto hacia el medio ambiente son valores que influyen cada vez más en la experiencia de compra de los clientes. A su vez, muchas empresas quieren desarrollar su actividad, crecer y evolucionar de forma sostenible. Es posible caer en la contradicción de mostrar unos principios que no se materializan verdaderamente en la base de un proyecto.

Una paradoja que queda de manifiesto por medio del concepto que analizamos en el artículo: greenwashing. La entidad transmite una imagen de sí misma que no se corresponde plenamente con su realidad integral. Y, sin embargo, el cliente sí tiene la percepción de que la empresa lleva a cabo acciones positivas. Llega a esta conclusión a partir del mensaje expuesto en sus campañas de marketing. Como consecuencia de ello, es posible que el consumidor adquiera un artículo que no se adapta a sus expectativas.

Cómo evitar el greenwashing

Te damos algunas claves a continuación.

1. Transmitir información clara: evitar las segundas interpretaciones

Es importante que el lenguaje utilizado para comunicar una información sea fácilmente entendible por cualquier persona. Además, es posible argumentar con datos verdaderos los motivos por los que la entidad cuida su huella ambiental. ¿Qué prácticas lleva a cabo? ¿Cómo las realiza? ¿Qué beneficios producen esos procesos?

2. Etiqueta Ecológica Europea

Un distintivo también puede poner en valor el buen hacer de una empresa que es un referente en el campo de la sostenibilidad. La Etiqueta Ecológica Europea informa adecuadamente a los consumidores. Dicho etiquetado posee las siguientes propiedades. En primer lugar, tiene el propósito de potenciar los productos ecológicos. Está basado en diferentes aspectos que forman parte del ciclo de vida de un artículo. Por medio de dicha referencia, el cliente comprueba que la empresa cumple con los altos estándares exigidos.

3. Compromiso con la sociedad

Un negocio siempre quiere presentar la mejor versión de sí mismo, aunque tiene la responsabilidad de mostrar características y cualidades reales. Una empresa que busca la excelencia no solo tiene un compromiso con el cuidado de la naturaleza, sino también con el público objetivo. La sinceridad es uno de los ingredientes que ofrece resultados positivos a corto y largo plazo. Y eso implica, además, no exagerar el alcance de las acciones completadas hasta el momento.

4. Formar y educar al consumidor

El cuidado del planeta es una meta compartida por todos. Una empresa tiene la capacidad de llegar a personas de diferentes generaciones. Y, por tanto, tiene el poder de inspirar al público potencial para que se implique directamente en esta misión. De este modo, el negocio y los compradores colaboran para avanzar en la misma dirección.

Hoy en día, el marketing ecológico experimenta un crecimiento notable. El greenwashing, por su parte, muestra una apariencia corporativa que no está alineada con la realidad. En ese caso, se produce una contradicción con consecuencias negativas. Así ocurre cuando la entidad refleja un comportamiento constructivo en algún aspecto pero, por otra parte, no implementa los cambios necesarios para reducir la contaminación.