Qué es la inercia organizacional y cómo vencerla

Con frecuencia, para lograr resultados diferentes, es recomendable hacer las cosas de un modo distinto. Sin embargo, las empresas permanecen en la rutina de lo conocido cuando repiten las mismas dinámicas siguiendo el efecto de la costumbre. Esta inercia organizacional, en consecuencia, está presente en muchos negocios.

Cómo evitar la inercia organizacional

En la actualidad, se produce una paradoja evidente. Por una parte, el cambio no solo es imprescindible sino también necesario. Por otro lado, la inercia organizacional tiende a evitarlo o posponerlo. Es un síntoma de resistencia ante aquello que está por llegar.

1. Creatividad

La realidad se percibe con mayor nitidez cuando se observa desde un enfoque creativo. La negación del cambio produce el efecto opuesto: reduce significativamente el campo de posibilidades. En este caso, una entidad se queda estancada en su situación actual. La innovación sí impulsa la transformación.

2. Coaching sistémico

La inercia afecta a la empresa como un todo, es decir, incluye a los miembros que la integran. Por ello, el enfoque sistémico, propio de este tipo de coaching, aporta herramientas y recursos para vencer esta resistencia. Cuando se produce un cambio en un sistema, esta situación implica a quienes componen este universo.

3. Liderazgo participativo

La ausencia de un líder cercano que guíe al equipo refuerza todavía más esta tendencia. Como sabes, hay varios tipos de liderazgo. El participativo eleva el nivel de compromiso, implicación y motivación de quienes intervienen en la toma de decisiones. Los ingredientes mencionados son esenciales para romper con la rutina de actuar bajo el impacto de la costumbre.

4. Comunicación interna

Existen distintos recursos que una entidad puede habilitar para propiciar el intercambio de información. ¿Cómo dar voz a los empleados para que presenten sus iniciativas y propuestas? Un buzón de sugerencias es uno de los vehículos utilizados para tal fin. Un recurso que pone en valor la importancia de la comunicación ascendente.

5. Formación

Cuando una empresa se deja llevar por el efecto de la inercia organizacional permanece en su zona de confort. Pero dentro de este espacio no existe un verdadero aprendizaje. Es posible ampliar los límites de este ámbito a través del contacto frecuente con el conocimiento. Los profesionales enriquecen su currículum y ponen en práctica las competencias y habilidades que han adquirido en este proceso. Esta preparación es vital para vencer y prevenir la resistencia al cambio.

6. Innovación abierta

Una empresa forma parte de un momento histórico y de un contexto social. No debe encerrarse en sí misma, sino interactuar con el entorno. La innovación abierta es aquella que propicia la colaboración con otros profesionales y entidades para lograr objetivos comunes.

7. Atraer y retener el talento

La gestión del talento es clave en este contexto, ya que las personas son el valor más importante que tiene un proyecto viable. Es necesario motivar, acompañar y cuidar a quienes trabajan en este escenario.

La inercia organizacional produce efectos negativos a largo plazo. Cierra puertas que se abren de par en par cuando un negocio deja atrás el miedo a salir de la zona de confort.