¿Por qué es importante programar en educación?
La planificación es una parte importante de la labor docente puesto que constituye un elemento esencial del proceso de enseñanza. Un periodo académico consta de un tiempo concreto durante el que el alumno logra los objetivos previamente indicados en este contexto. Para que esto sea posible al finalizar las clases, es recomendable que con anterioridad a este momento, exista un hilo conductor que queda sintetizado en la programación prevista en este caso.
Este esquema no solo tiene en cuenta la dirección de las metas de conocimiento, sino también cómo se va a transmitir la información a los estudiantes. Esta suma de diferentes dinámicas y recursos empleados en la programación forman parte de esta planificación. Desde el punto de vista pedagógico, esta labor es muy valiosa. De este modo, el tutor cuenta con el apoyo constante del contenido de esta programación que le aporta una orientación continua en la labor docente.
La programación mejora la gestión del tiempo en educación
Esta herramienta mejora el aprovechamiento de las horas de clase gracias a la fortaleza de esta planificación que describe la estructura principal del curso. Cuando un estudiante tiende a improvisar en su tiempo de estudio, al romper con la agenda que había elaborado previamente para estudiar las diferentes materias, no se concentra en el contenido del texto. Del mismo modo, si un profesor actuase de manera habitual desde este mismo punto de vista, la calidad de la enseñanza quedaría condicionada por este factor que afecta al resultado final y también al camino previo.
La programación tiene la finalidad de ser una guía útil para el docente y para el alumno. Al llegar a la última clase del periodo de formación descrito en este guion, el docente podrá observar de manera retrospectiva el recorrido realizado hasta el momento que es, en síntesis, aquel que previamente tenía la forma de una planificación potencial. Además, las diferentes decisiones que el profesional tome a lo largo del curso también estarán alineadas con la esencia propia de este documento que aporta una estructura teórica y práctica a las diferentes sesiones.
Atención al contexto
La programación no solo tiene en cuenta los objetivos de aprendizaje sino que también contextualiza en el tiempo dichas metas. Vincula la adquisición de diferentes competencias y habilidades con aquellas dinámicas empleadas para asimilar esta información nueva. El alumno avanza de manera gradual mediante una estructura coherente en la disposición de los elementos que la componen. Este hilo conductor aporta claridad a esta información. El campo de temas a desarrollar podría ser muy amplio en un sector específico, pero esta programación atiende aquellas cuestiones que son prioritarias al tener un mayor nivel de importancia. La programación pone en relación dos conceptos clave que están directamente integrados en el aula: la enseñanza y el aprendizaje.
Una programación contiene una propuesta coherente de formación en relación con el contexto en el que se va a desarrollar esta idea. ¿Cuáles son las características que conviene tener en cuenta? Por ejemplo, la asignatura, el nivel educativo, el tiempo de formación, el centro académico o el número de alumnos. Puedes observar la importancia de la planificación en diferentes rutinas que llevas a cabo en el día a día y, también, en distintos trabajos. Esta preparación anterior al momento de iniciar una actividad no solo es necesaria en la enseñanza, sino en otras esferas de la realidad. Si este procedimiento es tan importante en otros ejemplos concretos, todavía adquiere un valor más imprescindible en una tarea que impulsa la excelencia como es la de acompañar a otro ser humano en este proceso de aprendizaje. Por tanto, a través de esta programación, el docente se prepara para transmitir sus conocimientos, motivar a los alumnos y desarrollar su máximo potencial en el contexto de un aula que, a su vez, está vinculada con un centro académico.
Si un docente parte desde la improvisación constante al impartir las clases a los alumnos, la consecuencia lógica de este punto de partida es que el resultado de la sesión no está alineado con ningún tipo de planificación inicial. Un curso contiene un número de clases. Desde la actuación espontánea es difícil dar una unidad al programa visto de manera integral. Esta visión unitaria de una propuesta sí existe cuando hay una conexión entre la totalidad de esta información y los fragmentos de tiempo que lo componen. Por este motivo es esencial programar en educación. Para potenciar la motivación de los alumnos con clases de calidad en donde la siguiente sesión es una continuación de la jornada anterior. Esta composición de los contenidos en el discurso temporal despierta el interés del alumnado que observa el sentido de los temas presentados de manera lógica en una introducción, un desarrollo y una conclusión.
Seguimiento
La programación es tan importante que, además, el responsable también puede perfeccionar esta tarea a partir de la experiencia. Esta planificación contiene algunas de las respuestas que se hace el docente. Por ejemplo, qué es aquello que habrán aprendido los alumnos al finalizar el proceso que se encuentra sintetizado en esta presentación. Este contenido también describe el inventario de recursos empleados para transmitir estos conocimientos. Y, de este modo, al llegar al final del calendario de formación, el tutor puede elaborar una comprobación de cuáles fueron los objetivos cumplidos.
Sin duda, la programación es una parte fundamental de un tema tan relevante como la educación. El seguimiento de este esquema no es incompatible con la flexibilidad que aporta un espacio en el que el docente potencia su creatividad en el aula. La educación es un ingrediente muy importante en la vida de una persona, un tema que ha sido perfectamente explicado a través del cine mediante historias que rinden homenaje a la figura del profesor como mentor. En el ejercicio de este trabajo no solo existe una labor vocacional para aquel que siempre supo que quería dedicarse a trabajar en el sector de la enseñanza, sino también tiempo de planificación. Una programación tiene sentido cuando los contenidos están alineados con las metas a alcanzar en el periodo de tiempo indicado en el calendario.
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