Tipos de fraude fiscal

El ámbito fiscal está perfectamente regulado por una normativa que ordena esta materia. El incumplimiento de la norma da lugar a un tipo de fraude que, en un lenguaje cotidiano, puede expresarse como una forma de engaño. El sujeto busca el beneficio propio en lugar del bien colectivo. Cuando alguien actúa de este modo no cumple con su deberes. Y sus acciones tienen efectos negativos para la sociedad. El autor de ese hecho debe responder por las consecuencias de ese suceso cuando es descubierto. En esta circunstancia, el defraudador muestra una intención en su manera de proceder.
Diferentes tipos de fraude fiscal
Existen casos de distinta naturaleza como veremos a continuación con la enumeración de los tipos de fraude fiscal.

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Un cambio de residencia ficticio
Un proyecto de vida puede estar acompañado por el inicio de un nuevo capítulo en otro destino. Sin embargo, la decisión de un cambio de residencia no siempre está motivada por una razón objetiva que justifica ese punto de inflexión. Una modificación en el domicilio fiscal tiene un origen fraudulento cuando en la base de esta medida se encuentra el propósito de hacer frente a menos impuestos, sin que se den las condiciones y requisitos indicados para ello.
Así ocurre cuando este cambio muestra una forma de evasión, ya que dicha mudanza no es verdadera sino simulada. En este caso, existe una distancia entre lo aparente y la realidad en sí misma. La estrategia utilizada es el traslado a una zona que plantea una menor presión fiscal.
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Un alquiler no declarado
El propietario de un inmueble que posee una casa en alquiler, obtiene un beneficio por la cantidad que el inquilino abona a principio de cada mes, cumpliendo con lo establecido en el contrato que ambos firmaron para regular las bases de este acuerdo. Pero también puede darse la posibilidad de que un domicilio esté ocupado por alguien que paga una cuota mensual y, a pesar de ello, el dueño de esa casa no haya facilitado esta información. Esta es una situación que se produce en alquileres vacacionales y en estancias habituales.
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El fraude fiscal por omisión
Como podemos observar, el fraude tiene enfoques diferentes en los distintos ejemplos que ponen de manifiesto este hecho. En ocasiones, la defraudación adquiere la forma de una omisión de datos con un carácter intencional. Es decir, la persona no aporta una información, aunque sabe que no es correcto ocultar ese contenido.
El concepto que comentamos en este artículo muestra un tipo de engaño que se realiza contra la Hacienda Pública. Y, en consecuencia, el alcance de esta ocultación afecta a todos los ciudadanos. Esta es una situación que se produce tanto por acción como por omisión. En ambos planteamientos, la razón del procedimiento es la misma en su origen. El objetivo del incumplimiento de la normativa es no hacer frente a la responsabilidad de pagar un tributo. Este comportamiento genera una desigualdad entre aquel que se comporta de este modo y otros ciudadanos que hacen frente a todas sus obligaciones.
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