Qué son las habilidades Soft Skills

Existen distintas competencias que un profesional desarrolla a lo largo de su carrera. La importancia de algunas habilidades se enmarca en las funciones propias de un puesto de empleo. Otras, por el contrario, son relevantes en cualquier escenario. Es decir, incluso cuando el candidato encuentre trabajo en otra empresa, pone en práctica las soft skills.

¿Cuáles son las Soft Skills más importantes?

1. Resiliencia

La vida profesional no es previsible, sino que está condicionada por cambios constantes. En ocasiones, no es posible modificar los hechos externos. Pero la persona sí influye en su modo de vivir la situación cuando cambia su posición al respecto.

El ejemplo de aquellos profesionales que dan un punto de inflexión a su carrera, y se reinventan laboralmente, es una clara muestra de resiliencia. La perseverancia de quienes se encuentran en búsqueda activa de empleo está alineada con esta disposición. Una habilidad que también es esencial en un equipo.

2. Proactividad

Algunas circunstancias están acompañadas por una respuesta reactiva que se produce con posterioridad a los hechos previos. Por el contrario, una de las cualidades más valoradas hoy en día por las empresas es la proactividad. Hace referencia a la planificación, la implicación y la anticipación.

Un profesional no dispone de los recursos suficientes para ocuparse de aquello que va más allá de su control. Y, sin embargo, sí puede comprometerse con las acciones que quiere llevar a cabo a corto plazo. La proactivdad es una habilidad blanda que se percibe, incluso, en una entrevista de trabajo. El candidato que opta a un puesto en un proceso de selección refleja su potencial cuando no solo responde las preguntas, sino que resuelve sus dudas.

3. Escuchar

No se produce una verdadera comunicación entre dos personas si la palabra no está reforzada con el valor de la escucha. Cuando falta este ingrediente, se producen errores de interpretación evitables. Algunos obstáculos generan ruido e interferencias en el diálogo. Para propiciar el encuentro es fundamental cultivar la asertividad. Por ejemplo, el feedback es clave en este escenario.

4. Trabajar en equipo

Siempre que un empleado se incorpora a una empresa suma su talento a la organización. Se integra en un departamento en el que desarrollan su labor otros perfiles. El trabajo en equipo es una de las habilidades más necesarias en la actualidad. Alguien que cumple muchos de los requisitos necesarios para ocupar un cargo puede ser descartado si, finalmente, no muestra este potencial.

5. Habilidades interpersonales

Los conocimientos técnicos son relevantes ya que, con frecuencia, aportan una especialización. Pero el trabajo va más allá de esta perspectiva y se enmarca en el contexto humano. La colaboración, la creatividad y la resiliencia así lo ponen de manifiesto. Las habilidades interpersonales son indispensables en cualquier puesto de trabajo. Impulsan el éxito profesional, facilitan la coordinación del equipo y son claves para solucionar conflictos.

6. Adaptación al cambio

Un profesional flexible tiene la mentalidad necesaria en un entorno empresarial dinámico y cambiante. Alguien con este perfil no se queda estancado en la zona de confort, sino que fluye con la realidad.

Como puedes observar, las habilidades blandas se complementan. La proactividad, por ejemplo, incrementa la resiliencia, refuerza la adaptación al cambio e influye positivamente en el equipo.