¿Qué es y qué ventajas nos ofrece un contrato mercantil?

¿Qué es y qué ventajas nos ofrece un contrato mercantil?
Índice

¿Has escuchado alguna vez hablar del contrato mercantil? ¿Sabes diferenciar un contrato mercantil de uno laboral? En este artículo, redactado con el temario impartido en el Executive MBA online de la prestigiosa EAE Business School, te contamos las principales ventajas y características de los contratos mercantiles.

El contrato mercantil aparentemente no difiere mucho del  contrato laboral. En ambos existe un acuerdo mutuo y voluntario, escrito u oral, a través del que la parte contratante se compromete a pagar a la parte contratada por los servicios prestados. La diferencia principal entre ambos contratos estriba en que en el contrato mercantil el trabajador es independiente, actúa por cuenta propia, mientras que en el laboral el empresario contrata  a un trabajador que actúa bajo su dirección, depende de él.

En un contrato mercantil el acuerdo se constituye con personas físicas o jurídicas (autónomos, sociedad limitada, sociedad anónima, cooperativa…) que, en principio, participan en igualdad de condiciones. Mientras que en el contrato laboral, el trabajador está supeditado a las órdenes del empresario. Si decides trabajar por cuenta propia y constituirte como empresa, la forma más rápida, sencilla y económica es darte de alta como autónomo, aunque conlleva una serie de riesgos que las sociedades no tienen. Estudia bien qué tipo de forma jurídica te conviene.

Características de los contrato mercantiles

Para que un contrato mercantil, ya sea verbal o escrito,  tenga validez, debe cumplir algunas condiciones, como son:

  • El consentimiento de las partes implicadas, libre de vicios.
  • Que las partes contratantes tengan capacidad legal para poder ejercer por sí mismas sus derechos
  • Que el objeto o servicio de contrato sea lícito y  no quebrante las leyes vigentes.

Elementos que debe contener todo contrato mercantil

Los contenidos y cláusulas que no pueden faltar en ningún contrato mercantil son:

  • Identificación de las partes implicadas. Los datos completos, con NIF y domicilio, de las empresas y de los representantes que firman el acuerdo.
  • El objeto de contrato. El motivo, cosa o servicio por el que se firma el contrato.
  • Las obligaciones de las partes. Cada una de las condiciones que las partes se comprometen a asumir y las consecuencias de su incumplimiento.
  • La duración  del contrato. Conviene señalar tanto la fecha de inicio como la de fin.
  • Forma de pago. El precio total del servicio, aclarando si lleva los impuestos correspondientes, de qué manera se va a abonar y en qué plazos.
  • La jornada de trabajo. Si la empresa tiene libertad de horario o es necesario que desempeñe sus funciones o servicios en un horario concreto.

Tipos de contratos mercantiles

Igual que existen diferentes tipos de contratos laborales, cada uno de ellos con unas características y  requisitos concretos, hay diversos tipos de contratos mercantiles, también con unas peculiaridades concretas:

  • Contratos de cambio. Estos se caracterizan por el intercambio de un bien por otro o por la prestación de un servicio. Dentro de esto estarían los contratos de compraventa, permuta, suministro, contrato por obra o los de transporte.
  • Contratos de colaboración. Se refiere a aquellos acuerdos en los que una parte se compromete a realizar una actividad para la otra con el propósito de conseguir un resultado concreto. En esta categoría se pueden incluir contratos de comisión, edición, agencia o incluso contratos de franquicia.
  • Contrato de seguro. En ellos existe un convenio por el que una de la parte aseguradora, a cambio de unas determinadas cuotas, cubre a la parte asegurada frente a determinados riesgos.
  • Contratos de conservación o custodia, como es el caso del contrato de depósito, en el que el depositante entrega el artículo o artículos al depositario, que tiene la obligación de guardar y cuidar la mercancía depositada a cambio de una contribución.
  • Contratos de préstamo y crédito, realizado especialmente por entidades bancarias. En estos se realiza una prestación económica a cambio de su devolución con intereses.
  • Contratos de garantía, en los que se incluyen los contratos de prenda, fianza o hipoteca. 

Ventajas del contrato mercantil

Para las empresas contratantes

Como empresa contratante formalizar contratos mercantiles supone una fuente de ingresos muy rentable. Las entidades contratantes se benefician de servicios y conocimientos especializados por un coste menor del que supondría a un trabajador dependiente. Esto es debido a que:

  • No deben pagar el IRPF del trabajador al tratarse de una empresa.
  • Tampoco pagan su Seguridad social.
  • Además se eximen de ciertas obligaciones como las bajas laborales, vacaciones, finiquitos o indemnizaciones por finalización de contrato, propias de los contratos laborales.

Ventajas para las empresas contratadas

Está claro que para muchas empresas este tipo de negocios suponen su forma de vida, por lo que es imprescindible. Estos acuerdos te permiten trabajar para varias empresas y tener una amplia cartera de clientes a los que ofrecer tus servicios profesionales, independientemente del tipo de contrato que se firme. Para trabajadores autónomos, a priori, puede dar la sensación de que existen pocas ventajas en este tipo de contrato, dado los riesgos que conlleva. No obstante, si has planificado cuidadosamente tu proyecto empresarial, has tenido en cuenta todas las variables posibles y dispones de un plan B, por si los resultados no son los esperados, los riesgos se minimizan.

Si estás pensado en crear tu propia empresa o darte alta como empresario autónomo, y realizar este tipo de contratos frente a un contrato laboral, estas son algunas de las ventajas que puedes encontrar:

  • Convertirte en tu propio jefe. En un contrato laboral dependes del empresario, él  toma las decisiones y manda sobre ti. Al fundar tu propio negocio y darte de alta como empresario esta dependencia desaparece. Te conviertes en tu propio jefe y eres quien toma las decisiones finales de tu trabajo, eso sí, siempre cumpliendo con las condiciones pactadas en el contrato.
  • Flexibilidad de horarios. Puesto que eres tu propio jefe, tienes cierta libertad de horario. Puedes ampliar o reducir tu jornada laboral o realizarla en el horario que más te convenga, siempre que en contrato no se haya estipulado una franja horaria concreta, debido a la actividad.
  • Mayores ingresos. Si has hecho bien tu trabajo de planificación y eres bueno en la tarea que desempeñas, tus probabilidades de éxito y de obtener beneficios aumentará. Como empresa puedes trabajar para varias empresas a la vez, lo que te reportará  mayores ingresos y seguridad laboral.
  • Éxito profesional. Si además eres una persona capacitada para el puesto que vas a desempeñar, con talento, ingenio y creatividad, tus probabilidades de alcanzar el éxito profesional se verán incrementadas. Demuestra tu valía diariamente y obtendrás el reconocimiento que te mereces.
  • Satisfacción personal. Para muchas personas convertirse en emprendedor y hacer realidad su proyecto empresarial es un sueño y un reto a la vez. Si este es tu caso, sabrás la satisfacción que se experimenta cuando se superan las dificultades diarias y se valora tu trabajo y esfuerzo personal.  

 

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Características del contrato mercantil de prestación de servicios

Para la superveniencia y éxito de tu empresa, necesitas contratar los servicios de otros profesionales. También puede darse el caso de que sean otras las empresas que precisan de tus servicios. En ambos casos, para hacer firme este acuerdo, deberás realizar un contrato mercantil de prestación de servicios, en el que detalles cada una de las condiciones del servicio. Para que no tengas problemas a la hora de realizar estos trámites, en este artículo, redactado con el temario impartido en el Executive MBA online de la prestigiosa EAE Business School, te contamos en qué consiste este contrato y sus características principales.

En el contrato de prestación de servicios, regulado por el Código Civil, una empresa especializada, o un profesional independiente, se compromete a prestar un determinado servicio a cambio de una compensación económica. En este caso el objeto o cosa de negocio no es un bien tangible sino un servicio, una actividad que se va a llevar a cabo para cumplir un propósito determinado, acordado entre las partes implicadas.

Características:

  • Profesionalizado. El trabajo requiere una preparación específica, profesionalizada.
  • Consensual. Para que el documento tenga validez, las dos partes deben estar conformes con todas las condiciones estipuladas.
  • Bilateral. El pacto repercute a ambas partes. Tanto el cliente como la empresa contratada asumen una serie de obligaciones y de derechos.
  • Oneroso. Los servicios que se prestan han de ser retribuidos.

Elementos que debe contener un contrato mercantil de prestación de servicios

Si vas a redactar o firmar un contrato de prestación de servicios, comprueba que éste incluya como mínimo los siguientes elementos:

  • Identificación de las partes: los datos de las empresas implicadas, a qué se dedican y los datos de las personas que firman el acuerdo en representación de la empresa. Cerciórate que esta persona está capacitada para representar a la empresa, pues en caso contrario el acuerdo podría considerarse nulo.
  • El servicio a prestar. Especifica cuál es el servicio que se va a prestar, en qué consiste exactamente y cuál es su propósito final. Si se trata de la realización de un determinado tipo de obras, encargarse de la distribución o de la gestión de las finanzas.
  • Duración del servicio. Ésta variará en función de la naturaleza del servicio. Concreta una fecha de inicio y una de fin, si la tuviera. Si se trata de la prestación de un servicio de manera indefinida, es aconsejable reflejar las causas y forma para poder extinguir el acuerdo.
  • Honorarios. Concreta el importe del servicio, si será abonado a plazos y en qué condiciones. Conviene aclarar si en él se han incluido los impuestos correspondientes, para evitar conflictos. Si el servicio va a tener una duración concreta, se pueden acordar pagos antes de finalizar la actividad objeto de contrato. Si va a perdurar de manera indefinida en el tiempo, lo razonable es que se abone el importe mensualmente.
  • Condiciones contrato. Para evitar malentendidos, concretar cada una de las obligaciones que deben cumplir ambas partes, desde . Por ejemplo, si para el correcto cumplimiento del servicio es necesario comprar algún tipo de material concreto, se debe especificar quién correrá con los gastos, si está incluido en el presupuesto inicial o el cliente se hará cargo.
  • Incumplimiento del contrato. Es importante que acordéis las consecuencias de no cumplir lo establecido en el documento. De esta forma ambos sabréis a lo que estáis expuestos en este supuesto.
  • Firma. En ningún contrato puede faltar la firma, que le otorga validez al contrato.

Diferencias entre el contrato de prestación de servicio y el contrato de mandato

El contrato de mandato difiere poco del de prestación de servicio. En éstos también se subcontrata los servicios de otra empresa, por norma general para que se encarguen de una parte del negocio, con la peculiaridad de que la empresa contratada se ocupa del servicio por cuenta y riesgo ajeno, es decir, de la empresa mandante o cliente. Por el contrario, en los contratos de prestación de servicio, la empresa contratada trabaja por cuenta propia y es la que asume el riesgo.

¿Cuáles son las ventajas de un contrato mercantil de prestación de servicios?

Los contratos de prestación de servicios profesionales de carácter mercantil regulan su contratación de parte de un autónomo o empresa. A efectos prácticos, ello significa que este contrato nos permite contratar los servicios de otro profesional independiente o corporación o bien que ellos nos contraten a nosotros. Este tipo de contrato regula el papel de cada parte en la prestación de servicios, dejando por escrito el servicio al que se compromete a cambio de una compensación económica y ciñéndose a lo regulado por el Código Civil, que determina que el objeto o cosa de negocio no es un bien tangible sino un servicio. Por lo general, se trata de una actividad que se va a llevar a cabo para cumplir ese servicio en función de lo acordado entre las partes, por lo que igualmente cualquier modificación deberá constar por escrito para tener validez.

Ventajas de un contrato mercantil de prestación de servicios

Las ventajas de un contrato mercantil de prestación de servicios en ocasiones pueden verse como inconvenientes. No en vano, esta clase de contratos puede ser muy ventajoso o todo lo contrario, dependiendo de si se adapta a lo que buscamos. A menudo, repasar y valorar sus ventajas nos puede dar las claves para decidir si nos interesa realizar un contrato de este tipo:

  • Ingresos regulares: Gracias a este contrato se ingresan cantidades de dinero fijas, lo que puede suponer un gran aliciente para emprendedores o empresas que están empezando. La conveniencia también dependerá del tipo de actividad profesional o empresarial de que se trate, pues algunas son más idóneas que otras.
  • Implica confianza y comodidad: Dar el paso para contratar por prestación de servicios significa, entre otras cosas, que existe un previo conocimiento o confianza por parte de quien contrata. Incluso puede establecerse un periodo de prueba y si la buena relación continúa llegar prolongarse e incluso acabar siendo una oportunidad laboral para formar parte de la empresa como asalariado. Por parte de la empresa, será ventajoso no tener que buscar profesionales para cada trabajo ni depender de la disponibilidad de los que sabe que le satisfacen.
  • Satisface una necesidad: Son muchas las ocasiones en las que se precisa de ayuda externa para realizar servicios que son necesarios para la empresa o para llevar a cabo actividades profesionales con mayor eficiencia. Y viceversa, también pueden requerir nuestros servicios. Desde este enfoqeu, el contrato mercantil de prestación de servicios constituye una práctica herramienta para el buen funcionaiento de la empresa.
  • Fijamos las características del servicio: el cliente tendrá claro qué tipo de servicio va a obtener, no sólo gracias a que estará todo por escrito, sino porque es habitual incluir las clásulas necesarias para que todo quede bien atado. Esta precisión también servirá al profesional o empresa que realiza el servicio para planear su actividad.
  • Permite tenerlo todo por escrito: el acuedo se hace firme poniéndolo por escrito, lo que supone una ventaja para ambas partes a la hora de prestar el servicio y recibirlo respetando lo pactado.

¿Puedes acogerte al contrato mercantil de prestación de servicios?

Por definición, el contrato mercantil de prestación de servicios es aquel que se establece entre dos empresas, o entre una empresa y una persona natural, para llevar a cabo una actividad a cambio de una compensación económica. Su principal característica es que el objeto de cambio no es un bien tangible o cuantificable, como en el caso de los contratos mercantiles tradicionales, sino que se trata de un servicio que una de las dos partes presta a la otra. Por ello, este tipo de contrato se enmarca dentro del ámbito civil y no laboral, lo que implica que no está sujeto a la legislación vigente de trabajo. Precisamente por ello, las condiciones de un contrato de prestación de servicios deben fijarse con la mayor claridad posible, detallando cuestiones como el precio de la retribución, los plazos y la forma de pago, los condicionantes para el mismo y el vencimiento del contrato. Además, deben quedar establecidas, en forma de cláusulas, las situaciones en las que el acuerdo firmado podría romperse o finalizarse antes del tiempo estimado.

Pautas para realizar un contrato de prestación de servicios

  • Definir un servicio o actividad que puedas ofertar a terceros. Esto supone la independencia del trabajador autónomo, que generalmente la lleva a cabo sin disponer de los medios físicos y técnicos de la empresa beneficiada.
  • Darte de alta en el Sistema de Seguridad Social. Ingresar en esta base de datos significa hacerlo desde la categoría de autónomo, es decir, como trabajador que no depende de un empleador a la hora de realizar tus tareas.
  • Disponer de un número de identificación. Este número, que se conoce popularmente como el NIF (Número de Identificación Fiscal), tiene la función de identificar a la persona dentro del régimen de trabajadores autónomos. Es el equivalente al DNI para las personas naturales. No se debe confundir con el CIF (Código de Identificación Fiscal), que es la identificación para las empresas o grupos empresariales.
  • Pagar las cuotas al Sistema de Seguridad Social por cuenta del contrato suscrito. Sin embargo, eso no significa que el trabajador autónomo sólo pueda cotizar por un contrato. Puede hacerlo por varios que haya suscrito a la vez o que estén vigentes. El ingreso base de la cotización equivale al 40% del valor bruto facturado mensualmente.

Diferencias con el contrato laboral ordinario

Las principales diferencias de un contrato de prestación de servicios con un contrato laboral son las siguientes:

  • El trabajador realiza sus funciones por cuenta propia, no depende de la empresa que contrata sus servicios.
  • El servicio puede llevarlo a cabo en diversos lugares, pudiendo variar, según el servicio prestado.
  • No se establece un período de prueba para la empresa.
  • No genera ninguna obligación del empleador en cuanto a prestaciones sociales.
  • El trabajador, en calidad de autónomo o empresa, es el que debe pagar las cuotas al sistema de Seguridad Social mediante su registro previo en el mismo.
  • La retribución por el servicio prestado tiene sus propias pautas. Puede ser quincenal, mensual, bimensual o trimestral, entre otros plazos. La pauta la deciden las partes en el momento de firmar el acuerdo.
  • La duración del contrato debe ser por tiempo limitado.
  • No hay relación de subordinación entre el trabajador autónomo y el contratante.