Downsizing, una herramienta de reestructuración empresarial muy útil
Para competir y sobrevivir en el mercado actual, muchas empresas se han visto obligadas a recurrir a diferentes estrategias, como fusiones, alianzas, reducciones de plantilla, reconfiguración de puestos de trabajo, innovación de maquinaria y equipo, eliminación de niveles jerárquicos…
Otra de las estrategias que algunas compañías han adoptado es el downsizing, que, tal y como explican en el artículo “Nuevos conceptos para entender los RRHH” de Expansión.com, se trata del “proceso de reorganización o reestructuración de las organizaciones que supone la mejora de los sistemas de trabajo, mediante la adecuación del número de empleados para mantener los niveles de competitividad”. Dicho de otra manera, el downsizing significa la reducción de la plantilla del personal. Como explican desde SupeRRHHeroes, “es una combinación de estrategias de rightsizing y rethinking, es decir, de conseguir el tamaño organizacional óptimo y repensar la organización”.
Origen del downsizing
Se cree que el término downsizing se acuñó al inicio de la década de los 70 en Estados Unidos para referirse a la contracción o disminución de coches producidos por el sector automovilístico. Fue a partir de 1982 cuando empezó a ser aplicado para la reducción de empleados de una firma.
Dos tipos de downsizing
Según explica Marlon Antonio Vásquez Ticas en su blog, existen dos tipos de downsizing. Por un lado, encontramos el reactivo, que consiste en responder al cambio sin un estudio previo de la situación, es decir, es el que se realiza en respuesta a la situación del mercado. Por otro lado, se encuentra el proactivo o estratégico, que se produce cuando la empresa se anticipa a los cambios que pueden darse en el entorno. Al adelantarse, los resultados se obtienen de forma más rápida.
Tal y como explican desde Gerencie.com, el downsizing “requiere de criterios estratégicos basados en la idea de repensar la empresa”: uso de un marco sistemático de trabajo y una metodología adecuada, determinación acerca de si el downsizing va a dirigirse hacia los procesos o hacia una verificación de los objetivos de la empresa; definición del marco y condiciones en las que se va a llevar a cabo; establecimiento de las herramientas que se emplearán, desarrollo de un plan de administración del cambio…
Ventajas del downsizing
Sin duda, el downsizing puede ser una herramienta de reestructuración empresarial muy útil. Una de sus ventajas es que la empresa puede lograr resultados con el mínimo de sus recursos, sobre todo en sectores altamente competitivos. Y es que una disminución del personal en áreas no sensibles de la empresa puede disminuir los costos de manera significativa. Por otra parte, con el downsizing se consigue reducir la burocracia, que provoca lentitud y complejidad en los procesos, deficiencias en la calidad de los servicios, dificultades para definir la responsabilidad y poco espacio para la creatividad y la innovación.
Además, gracias al downsizing la toma de decisiones se puede hacer con más calma y de manera simplificada, ya que se disminuyen las unidades, las actividades y los niveles jerárquicos. Por último, es importante tener en cuenta que promueve el espíritu emprendedor y facilita las comunicaciones.
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