Cualidades de las personas resilientes

El concepto resiliencia ha ido ganando terreno en nuestro vocabulario a lo largo de estos últimos años, en parte gracias a las redes sociales. Se suele usar para referirse a la capacidad humana de recuperarse en situaciones de complicación y poder avanzar hacía el futuro. Existen varias situaciones y circunstancias que pueden llevarnos al límite y ponernos ante una encrucijada: dejar que nos venzan o afrontarlas para salir más fortalecidos. Optar por este segundo camino es apostar por la resiliencia, pero ¿sabes exactamente cuáles son las cualidades de una persona resiliente?

Qué es la resiliencia

Como hemos especificado, la resiliencia es la capacidad de sobreponerse ante situaciones que nos ponen al límite como las crisis o las experiencias traumáticas, consiguiendo no solo afrontarlas, sino fortaleciéndonos gracias a las mismas. En otras palabras, las personas resilientes apostan por el optimismo para superar las adversidades y conciben la vida como un conjunto de situaciones que pueden ser más o menos difíciles, pero que siempre tienen solución.

En psicología, este término va estrechamente ligado con la reestructuración de los recursos psicológicos, que permiten ir más allá y usar estas situaciones como camino para desarrollar el máximo potencial y crecer.

Qué son las personas resilientes

Las personas resilientes son aquellas que, aunque experimentan las mismas dificultades y situaciones adversas que el resto de gente, optan por seguir un camino de superación y aprovechar las malas experiencias para convertirlas en oportunidades y recursos útiles para su futuro. De hecho, se trata de personas con un gran afán de superación y con mucho camino avanzado a nivel personal, con un claro y único proposito: aprender a través de las experiencias negativas.

Características de las personas resilientes

Usualmente, las personas resilientes suelen presentar ciertas cualidades que las identifican, como las que siguen a continuación:

• Conciencia de las limitaciones y potencialidades: las personas resilientes trabajan el autoconocimiento, por lo que son plenamente conscientes de sus limitaciones, así como sus principales fortalezas y habilidades. La gran ventaja de ello es que pueden proponerse metas realistas y no caer en la frustración.
• Alta inteligencia emocional: otra de las características principales que define a este colectivo es su capacidad de entender y ser consciente de todas las emociones que experimenta, consecuencia de conocerse a uno mismo y poder así proporcionarse el espacio necesario.
• Consciencia presente: vivir en el aquí y ahora es otro hábito fruto de la resiliencia. Tener la consciencia en el presente les permite vivir el momento y tener gran capacidad de adaptación.
• Tolerancia: la tolerancia a la frustración y la incertidumbre les ayuda a generar seguridad en sí mismos, evitando caer en el deseo de controlar todos los aspectos que giran en torno de sus vidas.
• Flexibilidad ante los cambios: las personas resilientes destacan por su perseverancia y su flexibilidad de adaptación ante los cambios. Siempre ven diferentes perspectivas y soluciones, sin aferrarse a un plan inicial.
• Capacidad optimista y resolutiva: al ver la vida con optimismo, las personas resilientes pueden disfrutar de todos los restos que se plantean y ser totalmente resolutivas ante situaciones complejas.
• Relaciones sociales: el apoyo social es de vital importancia para este tipo de personas. Para ello, suelen rodearse de personas que aportan positividad y vitalidad a sus vidas, creando fuertes vínculos que les ayuden a superar cualquier suceso y pidiendo ayuda profesional siempre que la necesitan.
• Capacidades propias: finalmente, las personas resilientes confían plenamente en sus capacidades, sintiéndose totalmente seguras de que pueden lograr los objetivos que se propongan.

¿Cómo ser más resiliente?

Adquirir habilidades y capacidades resilientes puede sernos de gran ayuda para el autoconocimiento y la superación. Todos experimentamos situaciones y épocas que nos ponen a prueba y al límite, por lo que ser capaces de darle la vuelta y convertir esas experiencias en oportunidades y aprendizaje, es clave para crecer:

• Entabla relaciones con familiares, amigos y personas que te aporten una actitud positiva y optimista.
• Evita ver la vida como un seguido de obstáculos sin solución.
• Descúbrete a tí mismo y presta atención a tus necesidades y anhelos.
• Acepta el cambio como proceso natural de la vida.
• Pon límites al control y acepta la incertidumbre

Busca la parte positiva de las cosas y sé realista.