Ventajas e inconvenientes de los estilos de dirección más comunes
El concepto de estilo de dirección hace referencia a las características que definen a la figura del director y las relaciones que éste establece con los miembros de su equipo. Por norma general, estilo de dirección suele utilizarse como sinónimo de estilo de liderazgo, aunque para muchos teóricos esto no es así, pues defienden la idea de que no todos los líderes son directores ni todos los directores son líderes. No obstante, las teorías sobre liderazgo se basan en las diversas formas de relación entre director y trabajador. Así, se diferencian múltiples estilos, cada uno de ellos con una serie de ventajas, pero también de inconvenientes. De entre los múltiples estilos de liderazgo cabe destacar, por sus características y por ser los más representativos, el estilo democrático, el autocrático, el laissez faire y el transformacional.
Ventajas e inconvenientes de los principales estilos de liderazgo
Estilo democrático
La principal característica de este estilo de liderazgo es su interés por la participación y el consenso entre los miembros de su equipo. Sus habilidades favorecen la creación de un clima laboral positivo, una mayor motivación, implicación y compromiso por parte de los trabajadores y la obtención de buenos resultados. Sin embargo, no todo son ventajas. Este estilo de liderazgo puede ser poco efectivo ante determinadas situaciones, especialmente cuando se deben tomar decisiones rápidas. Además, si el director no cuenta con las habilidades necesarias, se pueden crear bandos y conflictos entre los miembros del equipo.
Estilo autocrático
Este estilo de dirección se caracteriza porque es el gerente el que toma las decisiones de manera unilateral, sin tener en consideración la opinión de los miembros de su equipo. Además, a este tipo de líderes les gusta tener todo sobre control. Entre las principales ventajas que promueve este tipo de estilo cabe destacar su eficiencia y rapidez para la toma de decisiones, lo que facilita la obtención de resultados a corto plazo. Sin embargo, son múltiples los inconvenientes que presenta. El más característico es que suele ser un estilo que genera frustración y estrés entre los trabajadores de la empresa, ya que sólo reciben críticas, no se promueve la participación, ni se motiva a los empleados.
Estilo Laissez faire
A diferencia del resto de estilos, éste destaca por el papel pasivo del líder, quien deja libertad a los miembros de su equipo para que tomen decisiones y ejerzan sus funciones. Gracias a este estilo de liderazgo, se obtienen trabajadores independientes y con capacidad para la toma de decisiones. Sin embargo, para que funcione realmente, los trabajadores deben disponer de la información necesaria. Además, se debe tener cuidado, ya que puede dar la sensación de que no exista realmente un director que lleve el mando y se pueden crear tensiones y conflictos difícil de resolver.
Estilo transformacional
Es uno de los más valorados por todos, dado que en él se reúnen las principales cualidades positivas del resto de estilos de dirección. Éstos líderes suelen ser carismáticos y comunicativos, buscan la participación y el consenso, y saben cómo motivar a sus trabajadores. Entre las principales ventajas de este estilo de liderazgo están su capacidad para generar el cambio empresarial, motivar a los trabajadores y fomentar el compromiso. Mientras, como inconveniente principal, cabe destacar su dificultad para ejercerlo de manera eficaz y el tiempo que requiere, ya que los resultados son a largo plazo.
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