¿Qué estudiar a los 40 si eres un director de empresa?

Qué estudiar a los cuarenta siendo director de empresa
Índice

El mercado laboral cambia a un ritmo vertiginoso. Las exigencias son cada día mayores y los profesionales de cualquier campo deben estar preparados para afrontarlas. El que no lo haga corre el riesgo de quedar rezagado.

En el plano empresarial, esta necesidad de actualización es mucho mayor en el caso de los directores o gerentes de compañías, siempre abocados a no perder de vista lo que ocurre a su alrededor. Sus decisiones, recordemos, son las que pueden posicionar a las empresas en la vanguardia de los mercados o condenarlas al fracaso.

¿Qué conlleva ser director de empresa?

Ser director implica emprender una vía de aprendizaje continuo, con etapas y nuevas estaciones de llegada. El peor error que se puede cometer es quedarse estacando en un mismo sitio y aplicar estrategias y técnicas obsoletas. Los 40 años suelen ser un punto de giro en la carrera de cualquier director.

 

Máster MBA Executive
Conoce nuestro Master MBA Executive y mejora tus habilidades directivas.

 

Se supone que a esa edad han alcanzado cierta madurez y experiencia y dominan las habilidades necesarias para desenvolverse con éxito en el campo de los negocios. Sin embargo, también es un momento para ampliar su formación. Con toda seguridad, el mundo empresarial que conocieron al inicio de sus carreras profesionales ya no es el mismo que el de ahora. Las sociedades cambian, y al cambiar también se modifican las formas de hacer negocios y de gestionar las empresas.  

Formación complementaria para directores

En la actualidad, a los directores se les exige una formación más integral, que no sólo tenga en cuenta conocimientos técnicos o especializados, sino que además les permita desarrollar ciertas habilidades sociales. Veamos algunos aspectos con los que cualquier director puede complementar su formación profesional:

1. Gestión del talento:

Hoy por hoy es fundamental que los directores sepan cómo conformar sus grupos de trabajo y, a la vez, de qué manera gestionar el talento de aquellos colaboradores con aptitudes específicas. Si bien puede delegar esta labor en manos de un departamento de Recursos Humanos, no debe desentenderse del proceso selectivo. Entre más conozca a las personas que tiene a cargo, mejores resultados obtendrá.

2. Marketing y estrategia de medios:

Casi todas las estrategias de mercadeo se han mudado a las plataformas digitales y a las herramientas que proporciona Internet. Formarse en este tipo de habilidades resulta fundamental para entender las dinámicas del marketing actual.

3. Dirección de equipos:

Las jerarquías empresariales son ahora más flexibles. El diálogo entre un director de empresa y las personas que dirige deben ser permanente y fluido. Además, hay que estar preparado para tomar decisiones en torno a la asignación de roles, las dinámicas de grupo y la evaluación de resultados.

4. Cursos de idiomas:

En un mundo cada vez más globalizado, el aprendizaje de nuevos idiomas es vital para cualquier gerente o director de empresa. Entre otras ventajas, facilita la negociación y el acceso a nuevos contactos y oportunidades.

Otras opciones para la formación complementaria

Además de las áreas mencionadas, estos directores de empresa deberían valorar la necesidad de reciclarse y participar en otras ofertas formativas, como son: