¿En qué consiste la gestión integral de una empresa?
La gestión integral permite que todas las piezas del engranaje de una empresa funcionen bien coordinadas entre sí; así se explica en Iberestudios. En este sentido, es importante tener en cuenta que las compañías manejan cada día mucha información relativa tanto a los procesos internos de negocio como a las tendencias del mercado y al comportamiento de los consumidores.
Por eso, cada vez son más las empresas que recurren a herramientas que permiten realizar una gestión integral de los procesos. Nos referimos a los sistemas de gestión empresarial, que permiten la administración de un negocio desde puntos de vista muy distintos. Así, contar con este tipo de sistemas permite a las empresas crecer y redefinir su actividad para sacar la máxima rentabilidad de cada proceso.
¿De qué se encargan los sistemas de gestión integral?
Según explican desde Gestión y Administración, los sistemas de gestión integral son herramientas administrativas que se encargan de condicionar la calidad y la precisión de los productos. Y no creas que ésta es su única función. También ponen en marcha “todos los procesos de producción en una empresa cumpliendo un importante papel en cuanto a su aplicación”.
Es importante tener en cuenta que las personas físicas intervienen en este sistema. De hecho, son las que corrigen, miden y agregan los valores que pueden mejorar la gestión integral. Por su parte, la herramienta de gestión integral se encarga de aportar soluciones que puedan aplicarse en cada caso.
Adopción de un nuevo enfoque
Según cuentan desde ISOTools, aunque el Sistema Integrado de Gestión (SIG) suele incluir los sistemas relativos a la calidad, el medio ambiente, la seguridad y la salud en el trabajo y la seguridad en la información, recientemente también está siendo habitual integrar otras áreas como la tecnología de la información o la investigación y desarrollo. En cualquier caso, la integración de los sistemas de gestión “supone la adopción de un nuevo enfoque de las diferentes actividades de una empresa, con el objetivo de controlar, integralmente y de forma eficaz, las distintas variables que son clave en la organización”.
Ventajas de los sistemas de gestión integral
Como estás viendo, los sistemas de gestión integral ofrecen numerosos beneficios. Y es que no solo permiten la administración integral de la compañía, sino que hacen más eficiente cada eslabón de la cadena, involucran a todos los trabajadores, permiten el análisis de información en tiempo real, mejoran la comunicación interna, permiten la automatización de tareas, nos ayudan a anticiparnos, etc. Además, no debes olvidar que se trata de softwares especializados que incluyen mejoras constantes y que se trabajan y diseñan en función de las necesidades de cada empresa. Veámoslo más detalladamente:
- Integración de procesos: al contar con un sistema de gestión integral, se pueden integrar y coordinar de manera efectiva los procesos de la empresa, lo que permite una mejor gestión y control.
- Mejora de la eficiencia: al integrar los procesos y establecer procedimientos estandarizados, se pueden eliminar duplicidades y reducir el tiempo y recursos necesarios para llevar a cabo las diferentes actividades.
- Mayor eficacia: al contar con un sistema de gestión integral, se puede mejorar la eficacia de la empresa, ya que se pueden establecer objetivos claros y medibles, monitorear el desempeño y tomar decisiones informadas en base a los datos obtenidos.
- Reducción de costos: al mejorar la eficiencia y eficacia de la empresa, se pueden reducir los costos asociados a las diferentes actividades, lo que se traduce en un aumento de la rentabilidad.
- Mejora de la calidad: al contar con procedimientos estandarizados, se puede mejorar la calidad de los productos y servicios ofrecidos, lo que se traduce en una mayor satisfacción del cliente.
- Cumplimiento normativo: al implementar un sistema de gestión integral, se pueden cumplir con los requisitos legales y normativos de la empresa, lo que puede ayudar a evitar sanciones y multas.
- Alineación con los objetivos de la empresa: al establecer objetivos y monitorear el desempeño, se puede alinear la estrategia de la empresa con las metas y objetivos a largo plazo.
Por último, queremos comentar que el fin de todo sistema integral de gestión es racionalizar los esfuerzos, recursos y costes destinados a la optimización de la gestión de la organización, asegurando la calidad en cada una de las etapas del proceso.
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