El contrato familiar
El protocolo familiar se formaliza mediante la firma de un contrato entre todas las personas que forman parte al mismo tiempo de la unidad familiar y de la compañía. Se trata de un acuerdo privado entre todas las partes y contiene aspectos extrajurídicos, ya que en él se entremezclan cuestiones tanto legales como otras relacionadas con la conducta de los miembros de la familia.
Separar familia y negocios
El contrato tiene la facultad de separar en gran medida la familia de los negocios y delimitar las prioridades empresariales por encima de las familiares. Establece los derechos de cada uno en la empresa así como sus obligaciones, de manera que ayuda a que los intereses personales no interfieran en los intereses de la compañía.
Contrato jurídico de derecho patrimonial mixto y consensual
Este es el nombre jurídico que recibe el contrato que regula el protocolo familiar. A diferencia de un contrato de adhesión, donde cada miembro puede aceptar o rechazar determinadas cláusulas, este tipo de contrato se basa en el consentimiento de todo el conjunto. Por ello la fase de acuerdos - que puede durar meses - y de redacción son tan importantes. Además, se califica como contrato asociativo, lo que significa que presupone igualdad y coincidencia entre las voluntades de todos los firmantes. La relación entre todos los miembros firmantes es horizontal, independientemente del rol que adopten en la compañía, su estructura jerárquica o la generación a la que pertenezcan. Además, el contrato que establece el protocolo familiar no tiene fecha de caducidad. Su objetivo es de permanencia. Sin embargo es un documento vivo, destinado a revisiones periódicas por parte de los miembros de la familia, que deberán adoptar el consenso también en cada una de estas revisiones.
Un traje a medida
Podría decirse que el contrato familiar es un traje a medida diseñado y cortado por los propios miembros de la familia, normalmente con ayuda externa. Se pueden utilizar modelos, que sirven para estructurar y organizar los contenidos de los que se compondrá, pero en ningún caso se puede aplicar el mismo contrato a dos empresas diferentes, pues la complejidad de las relaciones existentes en cada una hace que el contrato se convierta en un documento único.
Fuente imagen: Flickr / thetaxhaven
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