¿Cómo debería ser la cultura social de una empresa?

¿Cómo debería ser la cultura social de una empresa?
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El éxito de una empresa depende de muchos factores. Uno de los más importantes es inherente a la propia organización: la consolidación de una cultura social transparente que inspira a los trabajadores a sentirse orgullosos por formar parte de un entorno con valores humanos. Por tanto, la cultura social debería mostrar la misión y la visión de la organización, así como los valores principales.

 

Una identidad propia

Cada organización es única e irrepetible, así como las personas que la componen también lo son. Por esta razón, la cultura social es el ADN de esa industria que queda representada de manera individual a través de este concepto. La cultura social de una empresa debe ser única y, transparente para que pueda ser comunicada fácilmente.

Esta realidad interna a la organización está en constante vinculación con el ámbito exterior. El cambio y el dinamismo son ingredientes que condicionan los nichos de mercado. ¿Y cómo puede una organización reforzar lo mejor de sí misma para afianzar una cultura social permanente más allá de esta base? Por ejemplo, es importante invertir en innovación, cuidado de las personas y atención al cliente.

Personas ejemplares

Los jefes y líderes tienen una responsabilidad notable para personalizar la ética del proyecto en primera persona. La cultura social tiene que ser ejemplar a partir de una actitud que genera una influencia directa en los demás. Desde este punto de vista, esta cultura tiene un punto trascendente, puesto que también crea un efecto en la propia comunidad gracias al poder que las empresas tienen para mejorar el entorno que les rodea.

Los principios de esta cultura social deben estar alineados con los objetivos de la organización a corto y a largo plazo gracias a la introspección de una entidad que se conoce a sí misma y actúa siempre en coherencia con su razón de ser, su particularidad y su propósito. La cultura social es un aliciente para salir de la zona de confort a través de una manera de hacer las cosas que transforma en reto ese propósito que mueve el corazón del sistema.

 

 

Empresas familiares

Existen empresas en las que el pasado se da la mano con el presente. Así ocurre, por ejemplo, con los negocios familiares. En este caso, deben respetarse las bases de la historia previa, pero puede actualizarse siempre desde la búsqueda de la coherencia entre el ayer y el hoy. La cultura social de una empresa debe contar un relato a través de los códigos establecidos para hacer llegar este mensaje y que sea fácilmente reconocible por los empleados y los clientes. 

Trabajo en equipo

Esta es una de las cualidades que conviene afianzar en una cultura social que pone en valor la constante relación entre el todo y las partes. La sabiduría del equipo es más consciente que aquella que nace a nivel individual.

¿Cómo debería ser la cultura social de una empresa? Ante todo, debería ser feliz, porque pocas sensaciones inspiran tanto como esta experiencia en el plano comercial y en los Recursos Humanos.

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