Características del contrato de exclusividad
¿Qué es un contrato de exclusividad?
La cláusula de exclusividad, también conocida como cláusula de plena exclusividad, viene ligada a un contrato de trabajo o a un contrato mercantil, y en ellas el firmante o contratado se compromete a no realizar labores ni para otro empleador ni por cuenta propia. Si bien puede aplicarse a cualquier clase de trabajo, uso es poco habitual, aunque lo cierto es que, en ocasiones, la propia naturaleza de los contratos aconseja su uso. Es el caso, por ejemplo, de los contratos mercantiles que se firman con trabajadores autónomos contratados como comerciales.
Aquí, con la cláusula de exclusividad se buscaría que el empresario autónomo no pueda vender otros productos. O, pongamos por caso, una cláusula de exclusividad en la contratación de una empresa que trabaje para otra comercializando una serie de productos, obligándole a no hacerlo para otras empresas similares a cambio de algún tipo de compensación o compromiso. De este modo, el hecho de firmar esta cláusula les compromete a cumplir lo pactado, y ello también puede significar la comercialización de otros productos, por lo que la exclusividad está circunscrita a lo pactado. En el caso de los contratos laborales o a trabajadores por cuenta propia, esta figura suele vincularse más a trabajadores muy cualificados, si bien ello no siempre es así, pues el tipo de actividad también influye a la hora de imponerla.
¿Qué tipo de trabajos permiten su aplicación?
Si bien puede aplicarse a cualquier clase de trabajo, según se deduce de la lectura del artículo 26 del Código Laboral, titulado Coexistencia de Contratos: "Un mismo trabajador puede celebrar contratos de trabajo con dos o más empleadores, salvo que se haya pactado la exclusividad de servicios en favor de uno solo". Sin embargo, su uso es poco habitual, aunque lo cierto es que, en ocasiones, la propia naturaleza de los contratos aconseja su empleo. Es el caso, por ejemplo, de los contratos mercantiles que se firman con trabajadores autónomos contratados como comerciales. O, lo que es lo mismo, con la cláusula de exclusividad se buscaría que el empresario autónomo no pueda vender otros productos, por lo general los de la competencia. O, por ejemplo, una cláusula de exclusividad en la contratación de una empresa que trabaje para otra, obligándole a no trabajar para otras empresas similares a cambio de algún tipo de compensación o compromiso, El hecho de firmar esta cláusula no les prohíbe comercializar con otros productos alimentarios.
¿Qué gano y qué pierdo?
Aceptar este tipo de contratos supone aceptar la exclusividad a cambio de algún tipo de ventaja. De hecho, toda cláusula de exclusividad en un contrato mercantil debe ser bilateral, es decir, las dos partes deben asumir compromisos y obtener beneficios. Y han de hacerlo por escrito para que tenga validez.
¿Qué ocurre si rompo el contrato de exclusividad?
Si un trabajador contraviene lo pactado, el empleador puede sancionarle mediante el despido, sin tener que indemnizarle. Por último, su duración nunca superará a la del contrato. Así se establece en el artículo 44 del Código Laboral. Clausula de No Concurrencia: "La estipulación por medio de la cual un trabajador se obliga a no trabajar en determinada actividad o a no prestar sus servicios a los competidores de su empleador, una vez concluido su contrato de trabajo no produce efecto alguno". Es decir, no puede establecerse que la exclusividad exceda el tiempo del contrato, por lo que desde el primer día que éste
Toda empresa, con independencia de su sector, tamaño o peculiaridades, necesita del establecimiento de contratos mercantiles para poder sobrevivir. Por norma general, se firma este tipo de acuerdos con clientes y proveedores, o con otras empresas de las que necesitas sus servicios de manera ocasional. No obstante, cada vez es más frecuente comprometerse con otras empresas para trabajar conjuntamente. Ante esta situación se hace necesario firmar un contrato mercantil con una cláusula de exclusividad.
Características del contrato de exclusividad
El contrato de exclusividad es un acuerdo que se firma entre dos o más empresas que se necesitan mutuamente. Este tipo de contratos se caracteriza por incluir una cláusula, por la que una de las partes se compromete a no realizar determinadas tareas o trabajos para terceros.
No obstante, a cambio recibe algún tipo de compensación o ventajas por trabajar sólo para esa empresa. En ocasiones el acuerdo de exclusividad puede ser bilateral, puede afectar a todas las partes implicadas en el contrato, pero esto dependerá de la naturaleza del acuerdo y de las relaciones que se establezcan entre las empresas.
La disposición de exclusividad suele hacer referencia a un área concreta del negocio, un producto o una zona geográfica, durante el tiempo que dure el contrato. Así, por ejemplo, si eres una empresa que se dedica a la venta, puedes firmar una cláusula que te otorgue el derecho a vender, de manera exclusiva, un determinado producto en una zona concreta durante un número concreto de años.
Este tipo de condiciones es muy frecuente en algunos sectores y servicios, donde existe cierto riesgo que pueda entrañar una competencia desleal. Por eso, a fin de evitar esta posibilidad, se redacta este compromiso que, además, puede ir acompañado de una cláusula de confidencialidad. Existen muchos ejemplos de acuerdos de exclusividad, como el que firmaron en su día Apple con la compañía telefónica AT&T para la venta del iPhone en Estados Unidos, allá por el 2007.
Ventajas e inconvenientes de los acuerdos de exclusividad
La cláusula de exclusividad tiene una serie de ventajas, de beneficios para las partes implicadas, entre las que cabe destacar:
- Aumenta el compromiso entre ambas partes, pues realmente depende la una de la otra para alcanzar las metas establecidas. En el caso de un comercio, el mayorista dependerá del minorista para vender su producto. No obstante, el minorista también depende de esa marca, de ese producto para poder subsistir.
- Facilita la obtención de mayores beneficios, la realización de un trabajo más eficaz y la consecución de los objetivos establecidos. Este tipo de contratos favorece el conocimiento mutuo. Cuando la parte contratada conoce a su cliente, se especializa en él, le es más fácil trabajar con y para él, pues sabe sus gustos y sus necesidades, sus ventajas e inconvenientes.
- Ofrece mayor seguridad y confianza a ambas partes. La parte contratada tiene el respaldo de una gran empresa y la contratante adquiere los servicios de un profesional que le dedicará su tiempo y conocimientos de manera exclusiva.
Por otro lado, también puede tener una serie de inconvenientes, especialmente para la empresa contratada, si no ha sabido negociar el resto de condiciones del contrato. Puede darse el caso de que las condiciones establecidas no sean realmente beneficiosas. En este sentido, antes de firmar un acuerdo de exclusividad, debes estudiar el mercado, analizar los pros y los contras del contrato y valorar qué te conviene realmente, para no perder otras oportunidades más lucrativas.
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