Características y principales beneficios del marketing tradicional
La irrupción de Internet en los mercados y la consecuente explosión de herramientas tecnológicas han hecho pensar a un buen número de emprendedores que el futuro de sus empresas pasa exclusivamente por el marketing digital. Creen que el marketing tradicional se ha convertido en un recurso obsoleto.
Es verdad que gran parte de los procesos de compraventa y de marketing han pasado de emplear medios físicos a otros virtuales. El comercio digital es el mejor ejemplo de ello, una práctica cada vez más extendida. Sin embargo, esto no quiere decir que el marketing tradicional deba ser guardado en un cajón para siempre.
Por el contrario, la irrupción de los recursos digitales puede ser una gran oportunidad para volver la mirada sobre él y ver cuáles de sus prácticas resultan tan eficaces como el uso de una plataforma o una red social. De hecho, al hablar de marketing digital estamos hablando, en el fondo, del marketing tradicional. La esencia del concepto se mantiene intacta: seducción, atracción, aumento del interés por un producto o servicio específico.
¿Qué características definen al marketing empresarial?
Básicamente, el marketing tradicional es el que se realiza a través de soportes físicos. Es la modalidad de mercado que hemos conocido hasta antes de la llegada de las nuevas tecnologías al campo de las estrategias de mercado. Sin embargo, para precisar aún más el concepto, conviene señalar otros elementos:
- Está centrado en las características del producto o servicio.
- Entabla contactos esporádicos con los clientes.
- Su objetivo es el aumento constante del número de ventas.
- Busca la ganancia inmediata de la empresa.
- Utiliza la publicidad directa y con un enfoque masivo.
- Comunicación unidireccional: de la empresa hacia el cliente.
- Se enfoca en la relación calidad-precio.
- Las posiciones del cliente y del vendedor varían poco.
- La calidad del producto depende del personal; no del cliente.
Marketing tradicional. ¿Qué ventajas supone?
Contrario a lo que muchos piensan, el marketing tradicional sigue vigente. Es más, en algunos casos reporta una serie de beneficios que las herramientas tecnológicas, pese a ser un buen complemento, no pueden suministrar. Veamos en qué consisten y cómo se les puede sacar un mayor provecho:
a) Contacto directo:
Una sonrisa o un apretón de manos son aspectos que aún influyen a la hora de cerrar un negocio o realizar una venta. Las ventas digitales son más directas y ágiles, sí; pero no se debe olvidar que para una gran parte de los consumidores sigue siendo importante el tener a su interlocutor enfrente.
b) Presencia física:
De hecho, algunos son más exigentes y prefieren entrar en contacto directo con las empresas o almacenes con los que se aprestan a realizar una operación. Son de los que aplican aquel viejo refrán del «ver para creer».
c) Pruebas con clientes:
Las degustaciones, las campañas de prueba o los servicios gratuitos extendidos son aspectos de la venta que difícilmente se obtienen a través de plataformas electrónicas. ¿Existe algo mejor que degustar una tarta que una empresa recién ha sacado al mercado? ¿O ser el primero en probar la nueva cerveza elaborada a base de cereales naturales? Los medios digitales no permiten tal cosa.
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