¿Cómo prevenir los riesgos laborales en tu empresa?

¿Cómo prevenir los riesgos laborales en tu empresa?
Índice

Los accidentes son sucesos imprevistos que provocan lesiones, enfermedades, muertes y pérdidas materiales y/o de producción. Aunque no hay forma de eliminar por completo los mismos, existen ciertos planes, preparativos y medidas que pueden adoptarse para reducirlos y/o prevenirlos. Veámoslo más detalladamente en el siguiente artículo:

 

MBA Online
Con el Máster MBA EAE obtendrás una visión estratégica en un entorno empresarial global

 

¿Qué son los riesgos laborales?

Los riesgos laborales son riesgos de enfermedad o accidente en el lugar de trabajo. En otras palabras, peligros que los trabajadores experimentan en su lugar de trabajo. Un riesgo laboral es algo desagradable que una persona experimenta o sufre como consecuencia de su trabajo. Algunos diccionarios dicen que el término también incluye los peligros que las personas experimentan como resultado de trabajar en sus aficiones.

Tipos de riesgos laborales

1.   Seguridad

Los riesgos de seguridad ocupan el primer lugar en la lista de principales riesgos laborales. Se trata de aquellos peligros que afectan a los empleados que trabajan directamente con maquinaria o en obras de construcción. Los peligros de seguridad son condiciones de trabajo inseguras que pueden llegar a causar lesiones o enfermedades.

2.   Biológicos

Los riesgos o peligros biológicos son todos aquellos producidos por sustancias biológicas que puedan causar daño a los seres humanos. Estos incluyen la exposición a daños o enfermedades producidas por trabajar con animales, personas o materiales vegetales infecciosos. Los sitios de trabajo con ese tipo de riesgos para la seguridad incluyen, entre muchos otros, el trabajo en colegios, hospitales, laboratorios, residencias de ancianos o algunas ocupaciones al aire libre.

3.   Físicos

De todos los riesgos laborales, los físicos pueden ser los menos evidentes, ya que no siempre son algo que se pueda tocar o ver. Se trata de aquellos riesgos que afectan a los trabajadores en condiciones climáticas extremas o entornos de trabajo nocivos. Por tanto, podemos decir que los peligros físicos pueden ser cualquier factor del entorno capaz de dañar el cuerpo sin necesariamente tocarlo.

4.   Ergonómicos

Los riesgos de tipo ergonómico se producen cuando el tipo de trabajo, las posturas corporales y las condiciones suponen una tensión para el cuerpo. Son, sin duda, los más difíciles de detectar, ya que no siempre se notan de forma inmediata. De hecho, la exposición a corto plazo puede dar lugar a “músculos doloridos” al día siguiente, pero su exposición prolongada puede ocasionar graves problemas de salud a largo plazo.

5.   Químicos

Existen riesgos químicos cuando un trabajador está expuesto en el lugar de trabajo a cualquier preparado químico en cualquiera de sus formas. Bien es cierto que algunos son más seguros que otros, pero hay trabajadores que pueden ser más sensibles a ciertos productos químicos, e incluso las soluciones comunes pueden causarles enfermedades, irritación de la piel o problemas respiratorios.

6.   Medioambientales

Los riesgos medioambientales son aquellos que cambian constantemente con un tiempo y un clima cada vez más impredecibles y extremos. La mala noticia es que, en su mayor parte, están fuera de nuestro control. Sin embargo, los retos y peligros meteorológicos son en cierto modo predecibles con el cambio de estaciones y los avances de la meteorología.

7.   Psicosocial

El último tipo de riesgo laboral del que vamos a hablar es el psicosocial, que también es invisible, pero muy peligroso. De hecho, hace referencia a todas aquellas condiciones del lugar de trabajo que pueden influir directamente en la salud mental de los empleados.

Prevenir los peligros laborales

1.   Caídas en trabajos en altura y caídas de objetos

Las caídas desde altura figuran entre las lesiones laborales más frecuentes y graves. Quienes trabajan en la construcción y el mantenimiento en tejados y espacios elevados corren mayor riesgo. La caída de objetos y herramientas es otro riesgo grave similar, y ambos pueden causar lesiones graves que cambian la vida.

  • Asegúrate de que las escaleras, los andamios y tu lugar de trabajo están protegidos contra el acceso no autorizado de vándalos o miembros del público. El equipo de seguridad para trabajos en altura debe ser siempre el adecuado y el personal competente debe estar formado en su uso.
  • Asegúrate de que el equipo se inspecciona y certifica periódicamente.
  • Como ocurre con la mayoría de las tareas en el trabajo, asegúrese de que se lleva a cabo y se actualiza periódicamente una evaluación de riesgos exhaustiva y de que dispone de una política de trabajo en altura actualizada.
  • Aplique estrictamente las directrices de seguridad y asegúrese de que su personal está plenamente formado para trabajar con seguridad en altura.

2.   Mal funcionamiento de la maquinaria

La posibilidad de sufrir lesiones por el uso inadecuado de los equipos de trabajo, así como la siempre presente posibilidad de un mal funcionamiento de la máquina, pueden ser graves e incluso poner en peligro la vida.

  • Anima a los trabajadores a informar de los signos de mal funcionamiento de las máquinas.
  • Nunca animes a los trabajadores a utilizar máquinas de las que se haya informado que funcionan incorrectamente en un intento de aumentar la eficiencia.
  • Haz reparar o sustituir por completo la maquinaria cuando sea necesario.
  • Implementa sistemas para comprobar regularmente el estado de tu maquinaria. Estas comprobaciones pueden evitar accidentes por mal funcionamiento antes de que pongan en peligro a tus empleados.

3.   Daños eléctricos

Las descargas de cables con corriente y el mal funcionamiento de los equipos pueden producirse sin previo aviso y ser fácilmente mortales. La urgencia y el peligro de los riesgos eléctricos subrayan la importancia de tomar las medidas preventivas adecuadas.

  • Mantener las instalaciones eléctricas, sustituyendo inmediatamente los cables y aparatos dañados.
  • Hacer inspeccionar y certificar los aparatos eléctricos de acuerdo con la legislación y las instrucciones del fabricante.

4.   Daños por fuego

Un equipo eléctrico mal mantenido puede provocar un incendio, que puede causar quemaduras de diverso grado e incluso la muerte. El fuego es un peligro que puede producirse en casi cualquier lugar de trabajo, por lo que los extintores deben estar accesibles y ser objeto de mantenimiento periódico en todo momento.

  • Dispon de extintores en varios lugares accesibles. Hay que disponer de ropa de trabajo ignífuga y manipular con cuidado los materiales inflamables.

5.   Espacios confinados

Trabajar en espacios cerrados puede ser caluroso e incómodo y puede provocar falta de oxígeno. Además, trabajar con materiales que emiten humos puede ser mortal en espacios que no tienen la ventilación correcta.

  • En la medida de lo posible, restringe el trabajo en espacios confinados.
  • Si es inevitable, toma estrictas precauciones de seguridad y permite el acceso solo a trabajadores formados y equipados para manejar el entorno.
  • Siempre es mejor planificar las operaciones de forma que se evite la necesidad de trabajar en espacios cerrados, aunque ello requiera hacer cambios mayores en la forma de trabajar.

6.   Daños físicos

Esto incluye resbalones, tropiezos, cortes y otras lesiones físicas provocadas por superficies irregulares y entornos de trabajo desordenados. Se trata de los riesgos laborales más habituales y, por lo general, los menos peligrosos. No obstante, la posibilidad de que se produzcan lesiones más graves está siempre presente y pone en mayor riesgo a los miembros mayores y discapacitados de su equipo.

  • Asegúrate siempre de que el entorno de trabajo está limpio y ordenado: sin derrames, cables sueltos, mala iluminación, etc.
  • Fomenta una cultura de trabajo que anime a los empleados a organizarse y a recoger lo que ensucian en todo momento. Mantener la oficina limpia no es solo una cuestión de cultivar un ambiente ordenado y profesional; también es necesario para mantener a todo el mundo lo más seguro posible.

7.   Daños ergonómicos

Los esguinces, la fatiga corporal y el desgaste pueden acumularse con el tiempo debido a tareas repetitivas y posturas incómodas. Esto puede dar lugar a dolencias crónicas que requieren fisioterapia para corregirse. También pueden tener un drástico efecto adverso en la moral de los empleados, ya que quienes sufren estas dolencias asociarán el trabajo con el dolor.

  • Integra los principios ergonómicos en el núcleo de tu empresa, por ejemplo impartiendo formación y lecciones sobre posturas correctas para evitar tensiones y dolores corporales.
  • Proporciona herramientas ergonómicas como sillas, equipos informáticos ajustables, etc., y fomenta su uso.
  • Invierte en formar a tus empleados para que se cuiden mejor físicamente.

8.   Daños químicos

Los productos químicos industriales expuestos y mal gestionados, como productos de limpieza, disolventes, monóxido de carbono, gasolina y otros, pueden provocar irritación cutánea, quemaduras, lesiones oculares y ceguera.

  • Asegúrate de que solo los empleados autorizados y formados trabajan con estos productos químicos y con precaución.
  • Si es posible, almacena los productos químicos en zonas a las que solo pueda acceder y utilizar el personal autorizado que lleve el EPI adecuado.
  • Elimina correctamente los productos químicos que ya no necesites y asegúrate de que se mantiene el equipo que puede desprender productos químicos en determinadas condiciones.

9.   Daños biológicos

Los riesgos biológicos pueden tener su origen en agentes que transmiten enfermedades a los seres humanos, como picaduras de insectos, fluidos corporales, bacterias y virus. Esta debería ser una de las principales preocupaciones de los responsables de seguridad en la actualidad debido a la pandemia en curso.

  • Asegúrate de que tus empleados están al día con sus vacunas.
  • Limpia y desinfecta el entorno y elimina de forma segura los residuos biológicos y otros riesgos biológicos.

10.               Ruidos

Los daños o la pérdida de audición pueden producirse por la exposición progresiva y continuada a ruidos fuertes, como los de la maquinaria pesada u otros sonidos estridentes.

  • La protección auditiva es la clave para mitigar este riesgo en entornos que suelen ser ruidosos, como aeropuertos, parques de atracciones, obras de construcción y fábricas de nivel industrial.

 

buenos-habitos-lider