Todo sobre el liderazgo compartido
Con la expansión global, la reestructuración intra e interindustrial y el creciente número de organizaciones que se fusionan, la necesidad de una flexibilidad dinámica y una amplia base de conocimientos y experiencia es mayor que nunca. Ante este contexto nace lo que se conoce como liderazgo compartido, que pretende usar las mejores habilidades combinadas de los líderes como una posible solución para satisfacer estas desafiantes necesidades empresariales. En el siguiente artículo te contamos en qué consiste exactamente, cuáles son sus beneficios y cómo podemos implementarlo dentro de una organización.
¿Qué es el liderazgo compartido?
El liderazgo compartido, conocido también como liderazgo distributivo o share leadership, es un modelo de liderazgo empresarial que distribuye las responsabilidades de nivel ejecutivo entre un equipo. En lugar de utilizar una jerarquía organizativa tradicional de arriba a abajo, el grupo comparte el poder. Esto a menudo se traduce en dar a cada persona de un equipo de liderazgo la misma voz durante las reuniones diseñadas para la toma de decisiones o la resolución de problemas.
El concepto de liderazgo compartido cubre los posibles vacíos de liderazgo. A medida que aumentan las demandas de trabajo para los líderes ejecutivos debido a los avances tecnológicos, los rápidos cambios en las expectativas de la industria y las tendencias de marketing y ventas, esta forma de liderar es una solución para un problema en constante evolución. Además, puede producir un mejor rendimiento de la organización, ya que cada persona saca lo mejor de sus capacidades, en lugar de depender de una sola persona para llevar al equipo al éxito. Además, maximiza el funcionamiento de los equipos porque anima a cada persona a ser más colaboradora y participativa.
Ventajas del liderazgo compartido
Apostar por el liderazgo compartido o distributivo puede aportar numerosas ventajas a tu organización, como las que siguen a continuación:
- El acto de compartir el liderazgo promueve un comportamiento innovador y comprometido entre los miembros del equipo.
- El liderazgo compartido transforma positivamente la composición de las empresas verticalizadas, reintegrando los equipos.
- Los individuos de la empresa crean lazos de interdependencia a través del ejercicio del liderazgo compartido, favoreciendo el trabajo en equipo.
- La libertad y la capacidad de expresarse durante la ejecución de las actividades compartidas aumenta los niveles de satisfacción e identificación de la empresa entre sus miembros.
- Los resultados exitosos alcanzados a través del liderazgo compartido llevan a reconocer el carácter participativo de la contribución de cada empleado a ese éxito, haciendo que los equipos deseen activamente el crecimiento de la empresa.
Cómo desarrollar el liderazgo compartido
Cuando debemos empezar a desarrollar el liderazgo compartido dentro de una organización, debemos tener en cuenta tres pilares básicos y fundamentales:
Fomentar la transparencia
La transparencia es la clave de la confianza y la satisfacción de los empleados. Cuando todos los empleados conocen la situación, los objetivos y la perspectiva de una empresa, todos los implicados están en la misma página.
Crear un entorno seguro
Un entorno seguro significa que los empleados se sienten cómodos compartiendo sus ideas en una cultura compartida de inclusión. Las grandes ideas suelen provenir de las personas que hacen el trabajo diario porque son las que tienen más experiencia en su trabajo. También suelen ser los primeros en darse cuenta de que algo no funciona correctamente. Cuando los empleados sienten que sus ideas son escuchadas y acogidas, el equipo se beneficia de sus observaciones.
Apoyar la autonomía de los empleados
Apoyar la autonomía significa que los empleados deben tener libertad para tomar algunas de las decisiones relativas a su trabajo. De hecho, la mayoría de las empresas pueden beneficiarse de dar más autonomía en determinadas áreas.
La clave del liderazgo compartido
Lo más importante que debes tener en cuenta es que el concepto de liderazgo compartido no funcionará si cada persona a la que se le da el poder no es un líder por derecho propio. Esto se debe a que los líderes no se ganan el respeto, la admiración y los seguidores a largo plazo sólo porque se les dé una posición de autoridad. Para que el liderazgo compartido funcione, los elegidos para liderar deben influir positivamente en todos los demás miembros del grupo. Además, los equipos que trabajan juntos de forma cohesionada están formados por personas que aspiran a mejorar. Sin este hambre innato en cada persona, el liderazgo compartido adquiere la forma de un sueño utópico. Sin embargo, con el equipo adecuado lleno de los individuos adecuados, es una posibilidad.
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