Qué es la escalabilidad y cómo aplicarla

El término escalabilidad se ha extendido a lo largo de estos últimos años, especialmente desde la aparición de las empresas de nueva creación denominadas startups. No obstante, este concepto se puede aplicar a cualquier negocio, y esto es lo que queremos contarte hoy.

Qué es la escalabilidad

Hablamos de escalabilidad cuando nos referimos a la facultad o capacidad de un negocio de multiplicar sus ingresos exponencialmente, manteniendo un incremento lineal de los gastos. En otras palabras, un negocio escalable es aquél que tiene un gran potencial de crecimiento sin necesidad de realizar una inversión significativa. Esto se traduce en un aumento de los ingresos más acelerado que el de los gastos y, consecuentemente, una mayor cuota de mercado.

La escalabilidad también permite a una organización poder optimizar todos sus recursos y el tiempo, por lo que es un concepto que va estrechamente ligado a las conocidas economías de escala. Para poder llegar a lo más alto, podemos optar por dos tipos de escalabilidad, la vertical y la horizontal.

Escalabilidad vertical

Nos referimos a escalabilidad vertical cuando optamos por modernizar los componentes o recursos existentes para potenciar un sector de nuestro modelo de negocio. Al hacerlo, se mejora de forma sustancial el rendimiento general del sistema. Un ejemplo muy común es aumentar el número de procesadores o CPUs.

Escalabilidad horizontal

La escalabilidad horizontal consiste en aumentar el número de componentes o recursos. Siguiendo el ejemplo anterior, se apostaría por aumentar el número de ordenadores en vez de los CPUs.

Dimensiones de la escalabilidad

La escalabilidad no solo puede clasificarse en horizontal o vertical,sino que también podemos medirla en función de sus dimensiones:

• Administrativa: hablamos de escalabilidad administrativa cuando compartimos un único sistema distribuido, pero con dominios independientes para poder ampliar sus recursos.
• Geográfica: la escalabilidad geográfica hace referencia a la perspectiva internacional, es decir, a aquellos negocios que tienen su foco en ganar cuota de mercado en el extranjero.
• En carga: finalmente, la escalabilidad en carga consiste en repartir el trabajo entre los diferentes recursos de la organización.

Cómo aplicar la escalabilidad a tu negocio

Para garantizar que un modelo de negocio pueda ser escalable, debemos adoptar una visión global que permita la expansión y el crecimiento, procurando que los costes aumenten lo más poco posible. Para ello, podemos seguir una serie de pasos y consejos:

• Base sólida: lo más importante para empezar es construir una base totalmente sólida que nos permita crecer a largo plazo. Esto significa contar con sistemas sólidos que ayuden a ahorrar tiempo y dinero, y que nos permitan automatizar los procesos.
• Soluciones escalables: es primordial invertir en soluciones básicas que no requieran de una gran inversión o una gran curva de aprendizaje. Hay que tener la mirada puesta en el futuro, por lo que deberemos descartar opciones baratas e inadecuadas que luego no nos vayan a servir.
• Planificación: la etapa de planificación estratégica es la más importante para garantizar el éxito futuro. Deberás conocer la empresa y el entorno de forma precisa, para poder detectar amenazas y oportunidades. Una herramienta que te puede ser de gran utilidad es el Modelo Canvas.
• Producto Mínimo Viable: la mejor forma de demostrar que una idea funciona es probándola. Por ello, se recomienda usar un PMV para verificar con clientes reales que el negocio es totalmente escalable.
• Recursos externos: el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, así como los canales indirectos de comunicación son vitales para transmitir tu mensaje. Haz uso de la publicidad y el marketing para difundir tu negocio a través de los medios.