Big data y smart cities

La búsqueda de la sostenibilidad ambiental y el cuidado de la naturaleza son propósitos que parten del compromiso ético en la atención al medio ambiente. Una cuestión que es esencial no solo por la influencia de esta responsabilidad en la conservación de este patrimonio natural en el presente, sino también por la huella que producen las prácticas inadecuadas en el futuro. A partir de esta motivación las ciudades inteligentes se posicionan como un ejemplo a seguir por otros entornos. Un fin que nace de la innovación que integra este recurso como medio para generar este ahorro en el consumo energético.
Características de las ciudades tecnológicas
El contexto de ciudad tiene unas propiedades específicas frente a la vida en el pueblo. Por ejemplo, mientras que muchos núcleos pequeños han perdido población en los últimos años, las ciudades crecen en habitantes. Pero esta expansión siempre debe observarse desde una premisa evidente de equilibrio: los recursos son limitados. Y es importante hacer una óptima gestión de los mismos para convertir un lugar en un espacio feliz para quienes viven en él o lo visitan como turistas. Es por ello que la técnica también debe estar alineada con lo humano.
El impacto que las nuevas tecnologías han tenido en los negocios y en la vida de las personas también puede trasladarse a la entidad de las ciudades como espacios que se reinventan a sí mismos a través de esta fórmula. El big data manifiesta una retroalimentación en torno a la lectura de datos como fuente de información.
El gran reto de las ciudades es favorecer la calidad de vida y la promoción del bienestar de sus vecinos. Un aspecto que puede estar asociado a distintas variables. Por ejemplo, la contaminación ambiental. Por medio de esta visión panorámica de la situación es posible establecer conclusiones en torno a predicciones que favorecen la toma de decisiones efectivas para reducir este riesgo.
La ciudad inteligente muestra la imagen de la innovación de futuro a través de la integración tecnológica como medio para concluir soluciones efectivas en torno a las necesidades de los residentes de esa zona.
La tecnología en las grandes ciudades
El volumen de información es muy alto en las grandes poblaciones dada la integración de la tecnología en la vida de las familias que utilizan estos canales como forma de comunicación, proyección profesional y entretenimiento. Las ciudades inteligentes necesitan gestionar esta realidad como un aspecto más de su campo de acción sin perder la perspectiva de lo verdaderamente prioritario: la observación de la herramienta como un medio y no como un fin. Este modelo de ciudad está inmerso en un proceso de configuración que toma como propio el lenguaje de la tecnología que refleja una tendencia en crecimiento en un contexto de globalización.
Esta argumentación presenta una nueva competencia que viste el paisaje de las calles de la ciudad ya que en el caso de un escenario inteligente son muchos los factores a tener en cuenta en la planificación. Por ejemplo, el uso de esta infraestructura como medio para intensificar la seguridad.
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