Cómo hacer un plan de desarrollo profesional

El deseo de evolucionar a nivel profesional puede pasar de la teoría a la acción a través del compromiso con este objetivo de desarrollo personal. Frente a todas las excusas que una persona puede repetirse a sí misma en su diálogo interior, y que le llevan a estancarse en una situación determinada, la iniciativa te acerca a sueños que tienen la forma de objetivos estimulantes.

Para mejorar la gestión del tiempo en este proceso, puedes hacer un plan que sea efectivo desde el punto de vista de la meta, el nivel de implicación, el factor temporal, los recursos disponibles… Es decir, este plan de acción es personal ya que aquel camino que puede ser efectivo para una persona, no describe la mejor opción para otra.

El ingrediente más importante es el compromiso con este objetivo. Este recurso es una herramienta que ofrece un orden a quien se posiciona en el comienzo de este proceso para dar el primer paso que será el inicio de una secuencia de acciones.

Identificación de una prioridad

Al visualizar tu futuro profesional a corto y medio plazo puedes valorar distintas alternativas. ¿Pero cuál es aquella a la que das más importancia? Haz de esta visión una misión práctica. De lo contrario, si los pasos integrados en este calendario no tienen un hilo conductor, corres el riesgo de no aprovechar el verdadero alcance de una estrategia de desarrollo profesional que es el resultado de una excelente planificación.

Identifica cuál es esta prioridad, pero ten la flexibilidad suficiente para establecer posibles alternativas si en determinado momento crees que es mejor hacer algún cambio en un aspecto concreto. Esta planificación también es más objetiva cuando estableces un diálogo con la realidad misma a través de la observación que te aporta una retroalimentación. Es recomendable que te sientas cómodo con el guion que has elaborado, pero también que este proceso sea un reto para ti.

¿En qué etapa te encuentras?

El potencial de evolución profesional es clave a cualquier edad, sin embargo, el lugar desde el que parte una persona y el punto de llegada también son distintos. Por ejemplo, las expectativas de un estudiante que acaba de finalizar sus estudios universitarios son diferentes a las de un profesional que en la etapa de los 40 hace balance de su carrera y quiere hacer algunos cambios significativos.

Por tanto, ten en cuenta cuál es la etapa en la que estás, pero también cuál es tu visión sobre este tiempo puesto que tal vez te sientes cómodo con este horizonte o, por el contrario, necesitas integrar algunas novedades.

Cursos de formación

El currículum, uno de los recursos más utilizados en esta búsqueda de empleo, también es un reflejo del desarrollo profesional. ¿Qué novedades de formación reciente muestra este documento? Para impulsar tu crecimiento, invierte en tu preparación. Puedes concretar el propósito realista de hacer un mínimo de un nuevo curso cada año. Y si puedes ampliar estas horas de formación, todavía mejor para alcanzar este fin de dar forma a tu desarrollo profesional.

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