¿Qué es el flujo de caja?

Este término hace referencia al movimiento de dinero que se produce en una empresa en forma de entrada y salida. Este dato puede darte información actualizada sobre cuál es el momento que atraviesa la organización y forma parte del mapa de la entidad. Por ello, a partir de esta base es posible tomar decisiones efectivas con las que evaluar el nivel de riesgo.
Flujo de caja positivo
El ideal de una organización es alcanzar este estado en el que la cuantía de efectivo disponible es mayor al nivel de dinero que realiza el movimiento de salida. Para fortalecer la salud financiera es recomendable definir objetivos y metas que conectan con esta dirección de bonanza. En una situación de este tipo, una entidad se sitúa en un horizonte de prosperidad para tomar medidas que repercuten de manera constructiva en el crecimiento del negocio. Por ejemplo, puede cubrir gastos o establecer un plan de ahorro para el futuro. En oposición a esta esencia positiva, el flujo de caja negativo describe la línea opuesta de la dificultad. En cualquier caso, es vital que una organización sepa dónde está.
Este concepto no solo puede aplicarse al ámbito de la empresa, sino también al caso particular de los ahorradores que alimentan su patrimonio por medio de los datos. La economía doméstica también vive este movimiento de dinero que entra a través de ingresos y cantidades que salen por medio de gastos. Aquello que queda constituye un valor para el protagonista.
Cómo tener un flujo de cada positivo
A continuación, te damos ideas para incrementar la resiliencia financiera de la empresa con pasos objetivos:
1. Observación de la realidad. En el ámbito de la imaginación, cualquier aspecto relativo a las finanzas es posible. Sin embargo, es importante que un empresario haga predicciones tomando como base firme la realidad respaldada por los datos y los argumentos.
2. Plan para cubrir gastos inesperados. Incrementas tu nivel de control financiero cuando te ocupas de aquellos aspectos sobre los que puedes influir de manera directa. Sin embargo, existen detalles que trascienden a tu voluntad. Por ejemplo, los gastos inesperados que, como indica este dato, pueden surgir en el momento más inoportuno. Tú no puedes controlar cuando se den esos sucesos, pero sí puedes responder ante ellos a través de una óptima planificación con la que preparas el futuro desde el presente.
3. Control de los gastos. Este es otro de los propósitos indispensables de un guion que parte de previsiones y expectativas realistas.
4. Plan de acción. La distancia que separa el estado actual de tu empresa de su estado deseado está condicionada por ese camino que queda definido en un plan de acción de objetivos específicos que conducen en esta dirección. Cuanto más específicas sean estos pasos, mayor es su entidad de realidad.
Por tanto, el flujo de caja positivo es una misión que no nace del azar o de la suerte, sino de una gestión adecuada de los recursos por medio de la atención a las variables de la realidad.
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