¿Qué es mejor: una franquicia o un negocio propio?

¿Qué es mejor: una franquicia o un negocio propio?
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Emprender es una de las decisiones más importantes que puedes tomar en algún momento de tu vida, y antes de dar el salto al mercado empresarial puedes investigar distintas fórmulas. Dos de las opciones universales son: la franquicia o el negocio propio. No existe una respuesta definitiva respecto a cuál de estos dos caminos es el mejor. La decisión correcta siempre es individual al analizar las ventajas y los inconvenientes de ambos planes de autoempleo.

 

Ventajas e inconvenientes de la franquicia

1. Una franquicia puede ayudarte a emprender desde cero contando desde el principio con el prestigio asociado a una marca que ya tiene una trayectoria y una credibilidad consolidada gracias a los resultados logrados hasta ahora.

2. Desde el punto de vista del presupuesto, puedes emprender con franquicias que requieren un bajo nivel de inversión inicial. Sin embargo, también es posible montar un negocio propio eligiendo una temática que requiere un menor gasto inicial o alquilar un local comercial.

3. Al dirigir un negocio dentro del sistema de una franquicia, tienes un límite a tu propia libertad de decisión, puesto que al trabajar en equipo por medio de este modelo de gestión siempre tienes que respetar las bases principales del franquiciador.

4. En relación con la imagen de marca, tu punto de venta puede verse fortalecido por el posicionamiento de otros negocios de la franquicia, pero también aumenta la vulnerabilidad ante los errores ajenos a partir del hilo conductor común entre los franquiciados.

En este caso, la clave del éxito depende más de la elección de la franquicia seleccionada entre el amplio catálogo de propuestas.

 

 

Ventajas e inconvenientes de un negocio propio

1. Empiezas desde cero de una manera literal. Un franquiciado puede nutrirse del marketing previo de la marca, pero cuando tú montas tu propio proyecto tienes que consolidar la identidad corporativa. Esto no es ni positivo ni negativo en sí mismo, simplemente es una realidad.

2. Libertad. Este don es uno de los más importantes en la vida y el ámbito profesional es una proyección de la existencia. Cuando creas tu propio negocio, experimentas este potencial de tu voluntad a nivel empresarial. Esto tampoco es determinante por sí mismo. La mejor elección es aquella que mejor se ajusta al carácter y al modo de ser del emprendedor. Por ejemplo, si una persona prefiere contar con el apoyo de conocimiento de un equipo ya formado, la franquicia puede ser una buena idea. 

3. Tú eres el dueño de tus logros. Si trabajas en una franquicia y en algún momento decides abandonarla, este hecho va a producir cambios en tu punto de venta, ya que tú no eres el propietario absoluto de esa marca.

4. Mentalidad. Como emprendedor, puedes visualizar tu carrera en un futuro próximo y lejano. El mejor plan de acción es aquel que conecta más con la forma de emprendimiento que te hace sentir más feliz.

En relación con la decisión de montar una franquicia o un negocio propio, es recomendable que encuentres tu propia respuesta.

 

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