Mejor gestión del tiempo, más productividad
La gestión del tiempo y su relación con una mayor o menor productividad laboral es un tema clave para las organizaciones. No en vano, en última instancia de ello depende su rentabilidad, el objetivo de toda empresa. Optimizar el tiempo del personal siempre ha sido una prioridad. El objetivo es doble: controlar mejor los costos empresariales y aumentar la productividad sin necesidad de recurrir a nuevas contrataciones o a las socorridas horas extras. ¿Pero, cómo conseguirlo? Lograrlo implica poner el énfasis en una serie de factores, como una inteligente programación del trabajo para lograr su eficacia, controles sobre los descansos del personal, estudio del rendimiento obtenido en función del trabajo realizado o, por ejemplo, la identificación de los principales puntos de pérdida de tiempo.
Planificación y saber priorizar, la clave del éxito
Planificar es esencial para ser productivos. Cuando se planifica teniendo en cuenta objetivos, actividades y recursos necesarios para alcanzarlos, se cuenta con una valiosa herramienta para una mejor gestión del tiempo. Para que la planificación sea efectiva se hace necesario el establecimiento de metas realistas y una concreción que ayude en el día a día. Adaptar los horarios a la dificultad del trabajo también es fundamental. Lograremos una mejor gestión del tiempo si reservamos los momentos de menor interrupción y máxima concentración a las tareas especialmente complejas. Por lo general, durante la mañana. La planificación debe realizarse sobre unos buenos cimientos. Sobre todo, es clave tener claras cuáles son las prioridades. En la práctica, establecer horarios y planificar tareas requiere una previa selección de los objetivos prioritarios. Centrarse en ellas, sin dejar que asuntos secundarios y urgentes impidan dedicarles el tiempo necesario, optimizará el tiempo dedicado a lo realmente importante. Es decir, a todo aquello que luego se traduce en una mayor productividad. Las urgencias, imprevistos y trabajos secundarios por lo general son cuestiones de bajo rendimiento, por lo que dedicarles tiempo significa una menor rentabilidad. Valorar si realmente vale la pena dedicarles un tiempo que estamos robando a lo verdaderamente importante puede ayudarnos a decidir no hacerlo. En otros casos pueden delegarse, posponerse, sistematizarse o bajar las normas de exigencia de calidad. En definitiva, siempre que tengamos presente cuáles son los puntos prioritarios u objetivos a cumplir será más fácil centrarnos en ellos. O, lo que es lo mismo, gestionar nuestro tiempo de forma inteligente para así ser más productivos.
Softwares para optimizar las horas trabajadas
También hay herramientas que nos pueden ayudar a gestionar nuestras tareas y tiempo para ser más productivos. Además de las aplicaciones de gestión para tareas y proyectos, existen diferentes softwares para este uso específico. Los softwares de gestión de tiempo pueden ser de gran ayuda para ganar en productividad. Su uso proporciona información detallada a largo plazo sobre el costo invertido en un proyecto, y también puede contabilizar el tiempo que requiere cada trabajo, si excede lo esperado o la ineficiencia de determinadas tareas. A partir de una serie de datos se elabora un informe que indica las horas empleadas por cada trabajador en unos u otras tareas, proporcionando una valiosa información para realizar los ajustes oportunos con el fin de mejorar la productividad.
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