La escucha activa para una eficaz comunicación interpersonal
La eficacia en la comunicación interpersonal requiere dominar una serie de habilidades comunicativas y, entre ellas, la escucha activa ocupa un papel muy importante. En el entorno empresarial, adiestrarse en la misma es clave si queremos propiciar un clima positivo para la comunicación y las relaciones interpersonales.
Ventajas para la comunicación empresarial
Aunque no hay reglas fijas para que la comunicación sea óptima, sí hay pautas que nos ayudan a conseguir una mejor comunicación con los demás. En este sentido, junto a la asertividad y la proactividad, escuchar activamente es vital para el logro de una comunicación efectiva. Tres actitudes en realidad unidas, pues el buen comunicador además de hablar y mostrarse firme debe demostrar empatía y ser permeable al mensaje que recibe. Dentro de una organización, son muchas las situaciones en las que la escucha activa puede ayudarnos a optimizar la comunicación. No siempre será necesario ser asertivos, proactivos y practicar la escucha activa, qué duda cabe, pero saber hacerlo cuando sea oportuno aportará ventajas como las siguientes:
- Ganamos en precisión y eficacia comunicativa.
- Aprendemos de la crítica constructiva.
- Creamos un clima positivo que fomenta el diálogo y la comprension mutua.
- El feedback ayuda a tomar mejores decisiones.
- Comunica aceptación y aumenta la motivación en nuestro interlocutor.
- Podemos conseguir una mayor empatía.
- Se fomenta el aprendizaje en uno o ambos sentidos.
- Se previenen conflictos y se facilita su resolución.
- Mayor coordinación y mejor trabajo en equipo.
- Facilita el éxito de las negociaciones.
Escucha activa para evitar y tratar conflictos
La creación de un clima positivo es esencial para prevenir y tratar problemas dentro de la empresa y también con interlocutores externos. La escucha activa puede ayudarnos a conseguir una mayor claridad y precisión a la hora de comunicarnos, ya que fomenta la retroalimentación. Gracias a ese acercamiento que nos facilita el feedback es más fácil entender y hacerse entender. La receptividad y capacidad de diálogo también precisa de una actitud abierta, en la que la escucha activa supone una herramienta importante para crear un clima favorable al entendimiento. Mejora la comunicación entre las partes implicadas y, si bien no es un elemento suficiente, sí ayuda a resolver problemas. Cuando los inevitables conflictos se producen, la escucha activa forma parte de una estrategia específica de comunicación diseñada para ayudar a su resolución, evitándonos tener que recurrir a la figura del mediador o incluso a los tribunales.
Escucha activa y eficacia en la negociación
La escucha activa, ese estar atentos a lo que dice nuestro interlocutor y demostrarlo, es condición necesaria para que la negociación se desarrolle de la mejor manera. No será una garantía de éxito, qué duda cabe, pues a ello hay que añadir otros muchos factores, como una adecuada argumentación o una comunicación eficaz, pero sí allanará el camino tanto para conseguir una mayor receptividad por su parte como por la nuestra. Se trata, en suma, de una habilidad comunicativa fundamental, ligada al ejercicio de la asertividad como una actitud que aúna firmeza y flexibilidad al tiempo. A su vez, la escucha activa está relacionada con la actitud positiva y la empatía. Gracias a ella, en fin, conseguimos superar barreras que impidan una buena comunicación interpersonal para avanzar hacia una negociación exitosa.
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