La empresa familiar como modelo de negocio de éxito
La empresa familiar es un modelo de negocio con numerosas ventajas que, bien gestionada, puede encontrar la fórmula del éxito, como demuestran infinidad de casos de pymes en todo el mundo que se han consolidado y crecido a lo largo de generaciones e incluso han acabado transformándose en grandes corporaciones. Aún así, también hay otras muchas que ni siquiera son capaces de sobrevivir a sus fundadores, y ello por muy distintas razones, entre otras las habituales dificultades de conciliar la relación entre la empresa y la familia o de superar el difícil momento de la sucesión.
Las numerosas dificultades no impiden poder afirmar que las empresas familiares sean estructuras idóneas para iniciar un negocio y conseguir que éste sea próspero, si bien han de tenerse en cuenta una serie de aspectos claves con el fin de poder ir haciendo frente a diferentes obstáculos que se presentarán a lo largo del tiempo. En efecto, la gestión empresarial que trabaja para la consolidación y crecimiento sostenido del negocio ha de afrontar los retos propios de la empresa familiar, lo que significa conducir y superar los distintos procesos de cambio que irán produciéndose, así como otras dificultades inherentes a este modelo de negocio.
Las ventajas de la empresa familiar
Lejos de desalentar, la misión de afrontar estos problemas y superarlos es un aliciente más para impulsar la profesionalización de la empresa familiar con el objetivo de minimizar los problemas y, en fin, alejar las amenazas más comunes. Aprovechar las grandes ventajas de la empresa familiar e institucionalizarla para formalizar su gestión y hacer prevalecer el criterio empresarial desde el consenso familiar dará como resultado un reforzamiento de la organización. La empresa familiar tiene una serie de elementos comunes que la caracterizan como un modelo de éxito, según revela el informe "The Role of Family Business in the European Economy" de Ernst & Young, que analiza su situación en el contexto europeo, incluyendo a España. El informe atribuye el éxito de este modelo de negocio a una serie de características identificativas comunes que hacen que siendo pequeñas en tamaño y sufriendo sus problemas típicos, en promedio experimenten un mayor crecimiento que resume en los siguientes puntos clave:
- Tienen una perspectiva a largo plazo
- Suelen ser organizaciones flexibles gracias a esa dualidad empresa-familia.
- El talento en la dirección
- Una relación con sus clientes más cercana
El trabajo considera que se trata de un modelo de negocio diferente, que demuestra ser capaz de afrontar los momentos criticos gracias a su flexibilidad, confianza entre sus miembros y estabilidad en los puestos de trabajo, entre otras características que no pueden imitar el resto de compañías. En este mismo sentido, Margarita Hermo, directora de la Asociación Gallega de Empresa Familiar, considera que las empresas familiares están "mejor preparadas" para superar situaciones difíciles gracias a "su cultura del esfuerzo", al tiempo que reinvindica para ellas una menor carga fiscal para incentivar su crecimiento. Es decir, a priori, las empresas familiares son un modelo perfecto para fundar un negocio o para apostar por él una vez haya sido creado, a condición de que se sepan potenciarse sus puntos fuertes y conjurarse las amenazas con inteligencia.
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