Gestión del cambio en las organizaciones

El cambio es una realidad experimentable en la vida de las personas y también de las organizaciones. La propia evolución de una biografía corporativa describe algunos de esos puntos de inflexión. No todas las novedades tienen el mismo impacto. A nivel humano, el cambio puede producir una sensación de incomodidad a aquellos protagonistas que rompen con los márgenes de su zona de confort para añadir la referencia de una nueva información.

Cambios internos y externos

Aunque a priori no siempre resulte cómodo, el cambio como sinónimo de innovación y progreso, es muy necesario. Por ello, entre las distintas funciones del departamento de recursos humanos, también se encuentra la gestión de este objetivo al dar dirección a este proceso. Esta corriente de cambio puede venir precedida por una causa externa o interna. En cualquier caso, el crecimiento de la empresa puede depender de su creatividad para asimilar esta realidad por medio del desarrollo de nuevas herramientas.

Los cambios pueden ser muchos y muy numerosos. Por ejemplo, mayor nivel de competencia en el nicho de mercado, la transformación digital, una crisis, las nuevas incorporaciones en la plantilla y la marcha de profesionales valiosos, ciclos estacionales… No hacer una óptima gestión del cambio sería como ignorar todo aquello que está ocurriendo y que, por tanto, está generando una consecuencia.

Cursos

Uno de los medios que el departamento de recursos humanos puede potenciar para incrementar la resiliencia del equipo ante los nuevos retos es la formación como inversión de conocimiento, preparación y capacitación para abordar el cambio como una misión. El desarrollo de programas de formación orientados a objetivos de conocimiento específicos es vital porque ningún negocio puede recorrer la distancia entre dos puntos sin contar con aquellos que hacen posible el proyecto cada semana.

Planificación del cambio

El cambio es compatible con el equilibrio cuando su asimilación nace de la implicación de los actores que viven este proceso. Por medio de esta programación, es posible dar un sentido concreto a este giro, manteniendo la visión constante del escenario actual y la realidad potencial, interpretando la vinculación existente entre ambos planos.

El control de la situación parte de un diagnóstico individualizado de las necesidades que impulsan esta determinación. El cambio conecta con una visión, tiene una razón de ser y una finalidad. A través de esta comprensión, un equipo abraza la novedad frente a la percepción opuesta de la resistencia.

Creatividad

En este camino, las entidades se apoyan en sus fortalezas y mantienen la exigencia de superar sus propios límites. En un contexto de estas características los recursos son limitados. Uno de los ingredientes determinantes para dar una óptima respuesta a la situación es la creatividad para interpretar diferentes alternativas antes de concretar la resolución final. Una flexibilidad que eleva el nivel de preparación para hacer frente a todo aquello que puede pasar.

Por tanto, una de las competencias del departamento de recursos humanos es hacer una óptima gestión del cambio organizacional. A través de la referencia de la propia experiencia, una entidad puede narrar su evolución.

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