Conoce los principales enemigos de la productividad empresarial

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La buena productividad empresarial no es consecuencia de una serie de factores y circunstancias que encajan de forma espontánea. Muy al contrario, ser productivos implica trabajar desde diferentes frentes para ganar día a día eficiencia y productividad. Además, el logro nunca será definitivo, pues la productividad no es una meta sino un camino a seguir, en el que solo avanzaremos aplicando un enfoque proactivo, que busque una constante mejora y pase a la acción siempre que sea necesario.  

La mala organización y la falta de tiempo

Que la mala organización es enemiga de la productividad resulta obvio, pero ya no lo será tanto analizar las razones que nos llevan a organizarnos de forma ineficiente, así como buscar soluciones efectivas que pongan remedio a esos errores. En efecto, la productividad se aprende y una mala organización exige aplicar técnicas adaptadas a la estrategia empresarial para una optimización de sistemas productivos y tareas que nos ayude a tener el control y ser más productivos. Encontrar la manera idónea de organizar una empresas y sus distintos flujos de producción, administración y logística, pongamos por caso, es esencial para mejorar los niveles de productividad. La mala administración del tiempo es una de las principales razones que impiden maximizar el rendimiento laboral a nivel personal. Si la eficacia mide el éxito que tenemos al realizar una determinada tarea, la eficiencia introduce el elemento tiempo y otros recursos necesaarios para alcanzar el objetivo. Por lo tanto, se trata de un elemento subjetivo no predecible, si bien el uso de habilidades, medidas y herramientas que ayuden a mejorar esa eficiencia favorecerán la productividad.  

Otros factores claves que frenan la productividad

Los problemas de salud también derivan en un mayor absentismo, incluyendo el absentismo presencial, que se refiere a aquellos trabajadores que acuden al centro de trabajo pero no son productivos. A este respecto, el sedentarismo, el estrés y una mala alimentación son factores que propician enfermedades como la diabetes, patologías relacionadas con la falta de ergonomía en el lugar de trabajo, el colesterol elevado, le estrés, las adicciones y la hipertensión, con el consiguiente aumento de bajas. A su vez, hacen caer en picado la motivación y la concentración laborales. Finalmente, tanto unas como otras causas se traducen en buscar sustitutos, tener que pagar horas extras y asumir un inevitable descontrol de los procesos productivos. La inteligencia emocional y el desarrollo de habilidades personales también contribuyen a crear un clima laboral positivo, que prevenga discusiones, malos entenidos y un clima de trabajo complicado , entre otros problemas relacionados con la ineficiencia y la insatisfacción laboral. Una excesiva rigidez en los horarios, la falta de promoción de los trabajadores, una exigencia excesiva o una infraestructura obsoleta son otros factores que afectan negativamente a la productividad. Más allá de generalidades, útiles como primera aproximación, conocer los enemigos de la productividad en cada caso concreto ayudará a abordar los problemas de forma específica. Si bien vencer a los enemigos de la productividad empresarial requiere abordarlos por separado, puesto que están relacionados, sus consecuencias afectan a la empresa de un modo global, generando  una dinámica negativa muy perjudicial.  

 

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