Cómo trabajar la confianza bidireccional
Un equipo de trabajo funcionará de una manera más eficaz cuanta más confianza tenga en el líder que lo dirige. Existen algunos rasgos que un líder debe conocer y desarrollar, dado que determinan la capacidad de atraer la confianza en las personas.
La confianza no es un ingrediente que pueda elegirse en la conducta social, ni tampoco se traduce en una forma de comportamiento en concreto. Se trata de una forma de relación bidireccional en la que una persona es permeable a otra de forma consciente y viceversa, y además esta permeabilidad se fundamenta en criterios de opinión.
Nunca está de más recordar que las personas de un equipo de trabajo necesitan confiar en su líder para poder acometer cualquier cambio con una actitud positiva. Los líderes carismáticos son capaces de generar confianza en los miembros de su equipo; además, existe una correlación entre confianza y efectividad.
De manera inversa, cuando la falta de confianza impera en la organización, los profesionales suelen adoptar una postura de distanciamiento que puede ir en detrimento del rendimiento tanto de la organización como del resto del equipo.
Por eso, un trabajador podrá depositar más o menos confianza en el líder de su equipo en función de la opinión que haya ido forjándose de él. Esa opinión se transforma en una determinada actitud del profesional hacia el líder.
Factores que propician la confianza
Existen varios factores que propician una relación de confianza entre el líder y los miembros de su equipo:
- En primer lugar se hallan las características del líder y de los miembros de su equipo. Estas características incluyen factores tales como la edad, el sexo, la educación, el entorno, la competencia profesional, la afinidad personal, etc.
- En segundo lugar, el comportamiento del líder en su forma de interaccionar con los miembros de su equipo determinará en gran medida su capacidad de generar confianza en su entorno.
Los rasgos de la confianza
Los líderes deben desarrollar cinco características que harán que las personas de su equipo tiendan más a confiar en ellos:
1 - Volverse reactivo
Este rasgo se refiere a cómo es de coherente el comportamiento del líder con respecto a lo que pretende obtener de las personas de su equipo. Es bien sabido que un comportamiento ejemplar es la mejor manera de persuadir a los subordinados de qué es lo que deben ofrecer al resto del equipo. Además, es importante que esta forma de actuar sea repetida con una frecuencia que haga de ella una pauta y no un destello ocasional de buen comportamiento.
2 - Integridad
En el entorno profesional surgen muchas ocasiones en las que se puede prestar ayuda a un miembro del equipo o en las que se debe ser humilde u honrado para reconocer el éxito o el mérito de un compañero. Especialmente en situaciones problemáticas o de tensión es cuando las personas encuentran la oportunidad de demostrar su escala de valores.
3 - Comunicación
Las habilidades comunicativas de un líder facilitan el trabajo del equipo, ya que del líder depende que las personas conozcan con exactitud cuál es su cometido, hasta dónde alcanza la expectativa de logro de los objetivos, cuáles son las prioridades profesionales y cuál es el resultado del trabajo de los miembros del equipo, los cuales necesitan recibir un feedback individual para sentirse motivados en su labor diaria. Igualmente, el líder deberá ser hábil en su comunicación para obtener información de las personas con las que trabaja; ésta es una habilidad muy importante y difícil de conseguir que se fundamente en la capacidad para ser receptor de la confianza de los miembros del equipo y, una vez lograda su confianza, realizar una buena escucha.
4 - Capacidad para delegar
Esta característica es absolutamente imprescindible y tiene un elevado grado de confianza en su base: el líder que está tranquilo en el momento de dejar que una persona lleve a cabo una tarea y que no espera tener que revisar y comprobar cada una de las actuaciones de los miembros de su equipo habrá ganado muchísimo tiempo, lo cual repercutirá en su planificación, que podrá llevar adelante, y de esta forma será capaz de atender todos los demás compromisos de sus competencias en los que él sí es irreemplazable.
5 - Consideración
Este rasgo está relacionado con las características de personalidad que afectan a la capacidad de empatía del líder.
Desde el momento en el que su trabajo es dirigir un equipo de personas, no puede permitirse pensar que los miembros de dicho equipo son solamente trabajadores autómatas: deberá lidiar con los rasgos personales de cada uno, sus formas de relacionarse, sus capacidades, sus conflictos y sus circunstancias. El líder debe ser capaz de comprender que los miembros del equipo necesitan una forma de dirigirlos que esté presidida por el conocimiento, la comprensión y la aceptación de las personas.
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