Cómo mejorar el servicio al cliente interno
El cliente es fundamental para la evolución de la empresa. Este perfil no solo puede ser externo como muestra el ejemplo de aquella persona que se acerca hasta una tienda para realizar una compra. El cliente interno es visible en la estructura productiva de una organización donde surgen lazos de colaboración para alcanzar los estándares de calidad. Por ejemplo, el cumplimiento de las metas de un departamento es imprescindible para otras secciones de la entidad.
Las empresas invierten en acciones con las que mejorar las experiencias de compra de los clientes externos, pero igualmente definitivo es ofrecer esta atención a quienes componen la organización. Cada trabajador tiene una fortaleza muy importante ya que a partir de su posición conoce la dinámica de trabajo en la entidad, su cultura organizacional y el catálogo de productos.
Es posible establecer una relación de causa y consecuencia entre una plantilla integrada por personas felices en su horario laboral y la vivencia de quienes depositan su confianza en este equipo durante una compra. Un cliente interno puede convertirse en un gran embajador de marca a nivel actual o potencial. ¿Cómo mejorar el servicio enfocado a este perfil?
1. Protagonismo
Una persona no es un número, sin embargo, a veces se siente un cero cuando tiene la percepción de ser invisible para los demás de manera recurrente. Esta percepción puede convertirse en una creencia que, a su vez, influye en la acción. Para mejorar la atención al cliente interno es muy importante habilitar recursos de comunicación para solicitar feeback y retroalimentación.
2. Identificación de las características y necesidades del cliente interno
Así como una empresa diseña estrategias de marketing que incrementan su eficacia cuando parten del reconocimiento al público objetivo, una marca mejora el servicio al cliente interno cuando sabe a quién se dirige. Por ello, de forma proactiva y consciente del valor de esta decisión, la entidad dedica una parte de su presente a este objetivo. Enlazando este punto con el anterior, para conocer a una persona también tienes que escucharle.
3. Motivación externa
El cliente interno se compromete con el cumplimiento de su labor cuando se siente realmente motivado. Esta implicación es un motor interno que va más allá del hecho de estar presencialmente en la hora prevista en el lugar esperado. Este reconocimiento debe actualizarse para poner en valor la dedicación de cada uno.
Si la empresa cuida a los clientes externos, contando también con el acompañamiento del servicio postventa, conviene recordar que esta misión ha sido posible gracias a quienes participan de esta realidad.
4. Espacio de trabajo
El cliente interno es más feliz y tiene mayor nivel de ilusión cuando vive su rutina profesional en una zona cuidada. Un entorno decorado de forma práctica. Características que estarán en relación con la temática principal del proyecto.
Por tanto, este perfil es un aliado fundamental en la consecución de los objetivos de excelencia, branding y productividad. Cuando una empresa cuida de sus colaboradores, también fortalece con esta acción su relación comercial con los clientes externos.
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