Repercusiones del tipo de cambio euro dólar

Germany, Frankfurt, European Central Bank, low angle
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En los últimos meses se ha observado una clara tendencia bajista en el comportamiento del tipo de cambio de la moneda común europea frente al dólar y otras importantes divisas. Tras un largo período en el que el euro se ha caracterizado por ser una moneda fuerte respecto al resto de divisas internacionales, parece ser que este ha llegado a su fin. Es la conclusión a la que están llegando numerosos analistas al valorar la situación actual de la economía europea y su posible evolución.

El euro comenzó su cotización internacional el 4 de enero de 1999 con una paridad respecto al dólar de 1,1789 $, y surgió como una divisa capaz de equipararse al dólar americano. En el momento en el que entró en circulación, el 1 de enero de 2002, la cotización había bajado hasta 0.9038 dólares. En los últimos doce años se han producido diversos altibajos, llegando a alcanzar el valor más alto en julio de 2008 a 1.5990 dólares.

Actualmente, importantes agencias como Goldman & Sachs auguran una evolución bajista del tipo de cambio respecto al dólar y otras importantes divisas hasta llegar a equipararse en 2017. Aunque esta predicción es la más radical dentro de los estudios actuales, sí que existe consenso en afirmar que el euro perderá entre un 10% y un 30% de valor en los próximos años.

 


El origen de este cambio en la tendencia la encontramos en la actual situación económica europea:

  • El lento crecimiento experimentado por las principales economías europeas (menos del 1% en Francia e Italia) evidencia una necesidad cada vez mayor de una política monetaria expansionista.
  • Está prevista una fuerte inyección de euros de hasta 1 billón de euros a la banca europea en los próximos años.
  • La evolución de la inflación está siendo menor que lo esperado. Aunque el objetivo principal del Banco Central Europeo (BCE) es mantener controlada la inflación en la zona euro, un valor más bajo de lo previsto puede suponer todavía mayores trabas a la recuperación económica.

Una moneda fuerte tiene repercusiones negativas en las exportaciones y países como Alemania, el principal país exportador de la Unión Europea, está empezando a acusar la fortaleza del euro. Una devaluación de la moneda podría reactivar sus exportaciones, que en los últimos meses están creciendo a un ritmo muy por debajo a su potencial. Las consecuencias para la economía europea de esta evolución del tipo de cambio respecto al dólar se notarán sobre todo en las exportaciones. Según cálculos del BCE, una devaluación del euro de 10 puntos básicos tiene una repercusión positiva sobre el PIB de 12 puntos, y un efecto similar sobre la inflación. Por el contrario, una bajada del tipo de cambio influye negativamente en el poder adquisitivo interno. En este caso, en Europa se plantean casos totalmente opuestos entre países como Alemania, que ha conseguido escapar de la crisis sin necesidad de grandes cambios en sus presupuestos, y España o Grecia, que han sufrido una considerable devaluación interna como consecuencia de la política de ajustes económicos. Otra devaluación, esta vez con origen en la política monetaria, podría tener consecuencias muy negativas para el mercado interno al encarecer productos energéticos como el petróleo o una pérdida de poder adquisitivo importante. La evolución del euro es actualmente un factor sobre el que prestan mucha atención tanto los mercados y bolsas internacionales, que están viendo que Europa está perdiendo atractivo como destino inversor, como el propio mercado europeo, que busca en el exterior una salida a un lento crecimiento del consumo interno.


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