Estanflación: el caso actual de Brasil y Argentina
Uno de los términos económicos mencionado con insistencia durante la actual crisis internacional ha sido el fenómeno conocido como estanflación. En términos literales el vocablo estanflación es un barbarismo proveniente del uso de economistas anglosajones para denominar un período de estancamiento económico unido a una alta inflación. La formación de esta palabra tiene su origen al unir las palabras stagnation, que significa 'estancamiento de la actividad económica' e inflation, 'inflación o incremento de los precios', dando paso a la palabra stagnation, 'estanflación'.
Muchos economistas interpretan este término partiendo de situaciones similares, aunque no necesariamente de escenarios recesivos e inflacionistas. En los escritos económicos más modernos se usa el concepto estanflación para determinar una situación en la que una economía crece a un ritmo bajo, generalmente por debajo del crecimiento potencial, y con un índice de crecimiento de los precios superior al objetivo fijado por el Banco Central. En la actualidad, podemos analizar dos economías con claros síntomas de estanflación. En un primer estudio observaremos los datos más relevantes de Brasil, un país que ha experimentado este fenómeno en seis períodos desde los años ochenta. A continuación, veremos el caso argentino, con variables y consecuencias diferentes. El caso brasileño atiende a una estanflación producida seguramente por un problema de oferta que ha impedido que la economía creciera presionando los precios al alza, aunque la toma de decisiones macroeconómicas incorrectas, sobre todo en materia de política fiscal, monetaria y cambiaria podría haber agravado esta situación.
La economía brasileña experimenta un bajo crecimiento económico por varias razones:
- Actualmente no cuenta con un plan económico que pueda activar con eficacia la producción.
- La infraestructura brasileña es deficiente y no cuenta con inversiones suficientes.
- La productividad no crece en la senda de los objetivos.
- Se ha reducido la competitividad con el exterior.
Si atendemos a datos económicos, se observa que en el primer semestre la economía brasileña creció un 1,3%, muy por debajo de las expectativas, que eran del 2%. Especialmente significativa es la caída de la inversión en capital fijo en el primer trimestre de 2014 (2,1%) y que acumula cuatro trimestres consecutivos en negativo. Si al débil crecimiento de la economía añadimos una política monetaria restrictiva (incremento de 375 puntos básicos en el último año del a tasa SELIC), las consecuencias han sido las siguientes:
- Disminución de exportaciones netas por la apreciación del tipo de cambio.
- Moderación del crédito, por el repunte en la tasa de interés.
La inflación registrada en junio, de 6,5%, es superior a la esperada. Varios son los factores que pueden haber influido en esta elevada inflación:
- Incremento en el precio de servicios asociados al mundial de fútbol (hoteles, 25%, y billetes de avión, 22%).
- Alta indexación de la economía.
- Significativo aumento de los costes laborales.
- Inflación elevada en precios administrados por el gobierno.
Otro caso de estanflación, aunque con una perspectiva notablemente más grave, es el caso argentino. Argentina tiene una previsión de crecimiento para el año 2014 de un 1,5% en los escenarios más optimistas, aunque se habla de crecimiento nulo o incluso negativo según algunas agencias. Además, la aceleración que se está produciendo en la inflación hace prever cerrar el año con valores cercanos al 40%. Una de las consecuencias más relevantes en los casos de estanflación es el repunte de la tasa de desempleo. Con una economía estancada y un aumento de los precios por encima de lo esperado, el ajuste se suele realizar vía empleo, moderando el incremento de los precios y mejorando la productividad y competitividad de la economía en cuestión.
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