Apostar por el mercado exterior, clave para superar la crisis
La salida de la crisis económica española será un proceso largo y complejo. Se tardará al menos una década para recuperar el nivel de 2007 y sentar las bases de un crecimiento a largo plazo, concluye el Servicio de Estudios de BBVA en un reciente estudio titulado “Los retos a largo plazo de la economía española”. Según apunta el informe, ese tiempo necesario para la recuperación exige una serie de mejoras a muy distintos niveles para corregir las “taras financieras” que lastran la actividad económica. Una todavía escasa internacionalización empresarial y un “inadecuado sistema de inventivos legales e institucionales” nos impiden converger con Estados Unidos y los principales países de la UE en factores fundamentales como el avance tecnológico, el capital humano, el gasto en I + D o la renta per cápita. En el área empresarial, la entidad señala la urgente necesidad de mejorar la productividad y el mercado laboral mediante incentivos que propicien un aumento del tamaño de las pymes y faciliten su incorporación a los mercados internacionales.
La crisis en las pymes
Conseguir un aumento de tamaño de las pymes, con especial mención de las microempresas, la concesión de créditos y facilitar la exportación constituyen herramientas clave que baraja el Ejecutivo en sus últimos informes de cara a la elaboración del próximo plan de crecimiento. Si por un lado el ajuste salarial ha favorecido a las grandes empresas exportadoras, según apunta Salvador Bellido, el presidente de la Confederación General de las Pequeñas y Medianas Empresas (Coyme), por otro la contracción del consumo interno y la falta de financiación acabó obligando a cerrar muchas pequeñas empresas. Como solución de cara a una recuperación, la baterías de medidas apunta a un impulso a las fusiones para ganar tamaño, a facilitar la exportación como alternativa al consumo interno y un impulso a los créditos ICO.
Más exportaciones
Otros informes ponen de manifiesto la apuesta por la internacionalización como respuesta a la crisis del mercado interior. Según el primer Barómetro de la Empresa Familiar, publicado en enero de 2014, un 74 por ciento de las empresas familiares han aumentado su presencia en el exterior, un porcentaje muy superior a la media europea, con el 59 por ciento. Las inversiones en el extranjero ha sido otro recurso para afrontar la crisis, con un 53 por ciento de las empresas planteándose oportunidades de inversión en Latinoamérica, Europa o Asia. Frente a un 26 por ciento de las empresas españolas, el 29 por ciento apostará por la internacionalización, revela el mismo informe.
Retos a largo plazo
Los incentivos legales e institucionales, además de lograr un impulso económico positivo, han de hacerlo diseñando un crecimiento en el sentido adecuado. De acuerdo con BBVA Research, éste ha de ser “equilibrado, sólido e inclusivo”. Incluso con un crecimiento del empleo que se elevase al 2 por ciento se precisaría un periodo mínimo de diez años para recuperar el nivel económico de 2007. Asímismo, se demandan administraciones públicas eficientes y sostenibles, que no recurran a políticas de disminución del gasto mediante el aumento de los tipos impositivos. Además de demandar mayor flexibilidad para ajustar los salarios a la productividad e incentivar la contratación indefinida, otros cambios necesarios se relacionan con el problema del envejecimiento de la población y la consiguiente incertidumbre con respecto al sistema de pensiones. Una posible solución sería atraer capital humano exterior e incentivar la natalidad, sugiere la financiera. Post relacionados:
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